Recordaba haber cuidado de Namjoon cuando se presentó como alfa. Cuando tenía que ponerle paños de agua fría para bajar la fiebre, llevarle tazones de crema de verduras para que comiera una vez despertó, vigilarlo cuando se levantase por sí mismo.
Ahora comprendía a qué se refería su compañero de habitación con que no recordaba nada más que las últimas dos cosas. Nadie, ni siquiera él, podía describir la sensación tan abrigadora que tuvo al despertar y lo primero que distinguió entre todo lo que lo rodeaba fueron las fresas y un par de ojitos redondos castaños iluminándose en rojo.
Nunca antes había imaginado cómo sería ver el mundo después de presentarse, mucho menos como un alfa. Pues si había algo en lo que Seongwon tenía razón fue en que no parecía uno.
La impresión perduró incluso cuando ya se había visto reflejado en un pequeño espejo que Jungkook le entregó y vio sus propios ojos, ambos, destilando el matiz carmín ante la presencia de su lobo devolviéndole la visión por lo que lo dejara salir.
Era extraño y no dudaba que aprender a controlarlo lo sería mucho más.
Con ayuda del monstruo omega estuvo practicando toda la tarde para calmar a su lobo o al menos intentándolo del modo en que Jungkook le explicaba que lo hacía mientras terminaba de comer crema de verduras.
Para el atardecer ya había logrado que el color desapareciera un par de minutos, lo que era asombroso.
El color regresó exactamente porque era el atardecer en el treinta y un día de Octubre. All Hallows Eve.
Y Jungkook aún no regresaba de recoger agua.
—Iré por él.
—No —Namjoon lo empujó de vuelta a la cama cuando amago levantarse—. Aún necesitas descansar. Yo iré a buscarlo, tú quédate aquí.
Taehyung lo dejo arroparlo e irse a la puerta, no yéndose sin antes tener la última palabra.
—Si no estás para cuando regrese voy a patear tu nuevo culo alfa.
Eso era exactamente lo que lo terminó impulsando fuera de la choza desobedeciendo porque no podía quedarse a esperar mientras la luna se elevaba sobre todos.
Mientras la oscuridad los cubría en la peor noche del año y confiaba en que Jungkook sabría cuidarse siendo vampiro como lo hacía. Pero también le había dicho que confiara en su lobo y su lobo le decía que algo no estaba bien con su tardanza.
Esa era la razón por la que nadie respondió cuando Yoongi tocó la puerta con un costal en el hombro.
—Hey... Yo sé que no he sido muy amable contigo, así que lo lamento —habló contra la madera—. Pero no es que me desagrades, sólo quiero alguien en quien confiarle la seguridad de Jungkook... ¿Puedo pasar? Traje algo. Pensé que sabrías mejor que yo donde ponerlas y...
Dejó de decir cuando empujó la puerta encontrándose con la habitación vacía y el aroma de ambos cachorros perdiéndose entre el humo de la leña quemada en el exterior, de las estacas colocadas bañadas en aceite y el círculo de sales que su madre había puesto alrededor de la aldea en un intento de protegerlos.
Miro por la ventana al sol terminando de ocultarse por completo y el saco cayó de sus manos. Una pequeña calabaza, de las tres que el nuevo alfita talló con rostros terroríficos, rodo hacia afuera.
Aquel alfita que debía haberlas visto se encontraba recorriendo el interior del bosque siguiendo el nítido rastro a fresas, que era lo peor porque no olía tan dulce como cuando despertó ni como normalmente era.
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Just a bit spooky / TaeKook
Short Story"Y cuando te ilumine la luna debes pedir dulce o truco." Tercer fragmento de "Cuentos de Temporada", una colección de cuentos cortos dedicada a mis cinco temporadas favoritas. 🌸San Valentín 🐇Pascua 🎃Halloween🎃 Día de Muertos Noche buena/Navidad ...