Mientras tú eras rodeado de chicas que te admiraban por ser tan atractivo, yo me encontraba sentado en aquella mesa lejana, observandote de lejos y deseando poder ser una de esas chicas, deseaba tener el valor de acercarme a ti, pero mi cariño hacia...
Al día siguiente, decidí ahora sí asistir a clases, así que me aliste para ir y desayuné algo tan simple como un yogurt del refrigerador con una manzana a mordidas, no tenía ganas de preparar algo más elaborado y batalloso. Había amanecido algo enfermo así que decidí usar un cubrebocas por si acaso.
Tome mi mochila y subí a mi bicicleta para dirigirme al instituto que por suerte quedaba cerca. Me gustaba también hacer viajes en bicicleta pues amaba sentir el viento chocar contra mi rostro, me hacía sentir vivo nuevamente.
Aquel día llegué tan temprano como de costumbre, deje la bicicleta en el área indicada y coloque su candado solo por su acaso, saqué mi mochila de la canasta del enfrente de esta y la colgué sobre mis ambos hombros, ajusté por último mis lentes y empecé a caminar hacia el interior del grande edificio.
Decidí pasar por la biblioteca antes, debía recoger un par de libros para entregarlos en dirección, yo era miembro de la asociación de alumnos, por lo cual de vez en cuando me ponían ciertos trabajos, y no me quejaba, me ayudaba a mantenerme entretenido cuando no había más que hacer, al menos era mejor que estar solo en el aula o en casa.
Entregué los libros dejandolos sobre el escritorio y llenando una ficha, de allí me pasé a la sala de maestros en dónde habria una junta con el consejo dentro de unos 5 minutos, ya se encontraban algunos maestros allí así que al entrar hice una reverencia mostrando respeto y pasé a tomar asiento para esperar a que el resto llegará.
Cómo era de suponer, llegaron muy puntual y la reunión empezó a las justas 7:30, cómo se mencionó, se trataron temas como el desempeño de los alumnos en dicha materia y algunos problemas ajenos, el propósito de dicha junta era encontrar una solución que beneficia a ambas partes, tanto al alumnado cómo al personal (incluyendo allí a maestros y hasta al intendente que hacía la limpieza).
Estábamos por finalizar cuando la puerta fue abierta sin avisar, y por esa de asomó un rostro lleno de confusión, en una silueta ya conocida... Era él, el chico del jardín de margaritas.
- Oh, una disculpa, no sabía que había reunión importante...
Mencionó con sus mejillas coloradas, claramente avergonzado por la interrupción.
- No se preocupe, joven Park, dígame ¿Qué necesita?
Hablo el director haciéndome confundir ¿Acaso lo conocía?
- Yo... Solo estoy buscando el aula 16 ¿Sabe dónde queda? Estaba buscándola y me perdí, este mapa de la instalación no me ayuda en nada.
Miro el papel en sus manos y aguanto la risa ¿Cómo quería que lo ubicará cuando traía ese papel al revés?
- Oh, el joven Shim también está en esa aula, la junta ya terminó así que él lo puede llevar ¿Verdad, Jake?
Salí de mi trance al escuchar mi nombre, ¿Estaba escuchando bien? ¿Acaso me pedía a mi que acompañará a ese atractivo chico?
- ¡Eso sería maravilloso! ¿Podrías?
Entonces me miró, sentí un gran escalofrío recorrer mi piel desde la punta de mi dedo hasta mi frente, una sonrisa apenada salió de su rostro y me hizo sonreir igual.
- Claro que puedo y quiero, sígame.
No sé porque use las formalidades, pero eso pareció agradarle pues su sonrisa de hizo más grande, entonces me pare y tomé de nuevo mi mochila, caminando hacia tí.
- Q-queda en el piso de arriba, vamos.
Me puse nervioso al tenerle cerca, de seguro me ví como un ridículo.
Bufé y empecé a caminar, sintiendo tus pasos detrás de mi.
- Grcias por querer guiarme, significa mucho para mí, soy nuevo aquí, así que... Gracias.
Tragué en seco y me límite a asentir subiendo de nuevo el cubrebocas que portaba ¡Moría de la pena!
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