IN SECRET |JAKEHOON|

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Una vez Jake subió al bus, pasó a sentarse a los asientos del final, pudiendo sentirse así seguro de que nadie le miraría de ese modo, tan confundido como destrozado. Solo podía mirar por la ventana, dejándose inundar por los pensamientos y dando paso a las inseguridades, ahora sí que le dolía la cabeza.

Pensaba en muchas cosas, pero principalmente pensaba en Lee Heeseung, sentía que había sido duro con él al decirle tal cosa, tal vez debió de responderle de modo positivo a pesar de no ser lo que realmente sentía, ahora pensaba que debió de haberle dicho lo que él quería escuchar, que él había luchado mucho por ganarlo a él y al final él mismo se había negado a cualquier posibilidad, cerrandose a todas ellas desde un principio.

A su mente llegó Sunghoon, sin entender porqué, pero estaba seguro que todo sería mejor si no le hubiera hablado nunca, así no se hubiera permitido quererlo tanto como lo hacía, tal vez no se relacionaron tanto o al menos no lo suficiente según los estándares pero había logrado ganarse un lado de él que nadie más logro, fue el primero que entró a su corazón sin siquiera preguntarle, fue tipo que ese Park había llegado con sus maletas hechas diciendo que ese sería su nuevo lugar para vivir, incluso a él le tomó por sorpresa pero ya no podía sacarle de allí. Eso le llenó la mente y le cerró a cualquier otra posibilidad.

Su pecho empezó a doler y su vista a nublarse, no quería llorar, no allí, pero odiaba admitir ese hecho, no podía querer a Sunghoon, no debería...

Fue sacado de sus pensamientos cuando un rayo cayó justo enfrente de su mirar, causandole una leve ceguera al ser admirador en primera fila de tal hecho; el crujido después le pudo confirmar lo obvio. Levantó su mirar al cielo, sobresaltandose al ver cómo el cielo se encontraba lleno de muebles completamente oscuras, los rayos empezaron a caer con más frecuencia y Jake entonces se maldijo por no ver el pronóstico del tiempo aquella mañana, así pudo haberse prevenido y llevar consigo un paraguas, pues ahora sus manos estaban vacías y seguro se empaparía.

Y como su fuera una maldición, las gotas empezaron a golpear la ventana que él miraba, una tras otra que al principio fueron lentas pero que en un abrir y cerrar de ojos empezaron a caer con más frecuencia y fuerza. Incluso creaban un sonido hueco al caer sobre el techo del bus.

El piso empezó a humedecerse hasta crear charcos que iban aumentando su tamaño por conforme pasaban. La lluvia parecía no tener un fin próximo, se veía realmente mal. Y justamente, la parada de Jake sería en la próxima cuadra, ni siquiera había podido mentalizarse de manera completa para crear un plan para bajarse y llegar a su casa sin mojarse tanto.

Tomó ambos tubos con sus manos y levantó ligeramente su mano izquierda, con su dedo gordo presiono aquel botón que causó un sonido agudo que llevó a detener el vehículo y a abrir sus puertas. Empezó a bajar con nerviosismo, realmente no quería mojarse tanto, pero apenas bajó un pie, pudo sentir como éste se mojaba por completo tras pisar justamente dentro del charco junto a la vereda.

Se maldijo completamente, su suerte ese día era la peor. Bajó su segundo pie y el autobús nuevamente avanzó, dejándole allí. Y al instante su cuerpo empezó a ser mojado por la lluvia.

Subió a la banqueta, sacudiendo su ropa en un intento obviamente fallido de secarse. A pesar de estar mojandose, no podía calmar su mente que sobrepensaba demasiado.

Solo pudo detenerse cuando de pronto su cuerpo dejó de mojarse, haciendo que llevará su mirada arriba pudiendo ver aquel paraguas sobre él, por un momento sonrió imaginando que sería su madre que casualmente pasaba por allí y le vió tan trágico allí. Pero este objeto empezó a ser elevado, dejando ver poco a poco una silueta tan desconocida como conocida.