Capítulo 2

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—¡Arriba amigas mías! ¡Seguimos en Bélgica!—abrí mis ojos bajo un gran suspiro

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—¡Arriba amigas mías! ¡Seguimos en Bélgica!—abrí mis ojos bajo un gran suspiro. Sabía que este viaje sería especial, pero no iba a ser buena idea compartir habitación con mis amigas.

—Cinco minutos más, Liv.—susurró Soph con su voz cargada de una mezcla de cansancio y molestia a la vez.

—Vamos a disfrutar las noches aquí y conocer a chicos lindos.—nuestra amiga comenzó a saltar sobre la cama. Esta chica no tenía solución.

—Liv.—me giré a ella.—Hoy estuvimos fuera todo el día y nos quedamos hasta el domingo aquí, por favor...

—Son las ocho, debemos ir a cenar y salir con tu hermano.—abrí mis ojos grandes ante la mención de Max, sintiendo una oleada de emociones mezcladas que aún no sabía cómo manejar. Iba a ver a mi hermano después de mucho tiempo.

—Odio que recuerdes todo.—bufé y me levanté rápidamente de la cama para entrar en el baño y darme una ducha rápida, tratando de aclarar mis pensamientos.

Llegamos a Bélgica el martes por la mañana y nos dedicamos a dormir todo el día. Hoy estuvimos recorriendo todos los lugares de la lista de Sophie y Liv hasta quedar exhaustas. Max se enteró de mi estadía aquí hoy, entonces quedamos en encontrarnos después de cenar, lo que hizo que mi corazón latiera con una mezcla de alegría y nerviosismo.

—Max nos espera luego de cenar, me dijo que me iba a pasar la ubicación.—les grité desde la ducha.—Pidan servicio a la habitación.

—¿Quieres la ensalada?—me preguntó Liv abriendo la puerta para escucharme mejor.

—Lo que sea, solo comiencen a arreglarse.—Max no dio mucho detalle de lo que íbamos a hacer. Al lugar que me quería llevar era una sorpresa, por lo que luego de las diez dijo que iba a enviarme un mensaje con la ubicación del lugar. Salí del baño y rápidamente entró Soph.

—¿A dónde vamos?—me encogí de hombros frente a la pregunta de Liv. Realmente estaba emocionada.

—Solo me dijo que vayamos casual, jeans, camisetas, nada extravagante, asi que supongo que no es un club. Estoy segura que querrá llevarnos a ver algo del deporte.—rodé mis ojos buscando en mi ropa. Opté por un jean negro y una camisa corta de mangas largas blanca y mis zapatillas.

—¿Segura que no vamos de fiesta?—Soph me mostró dos vestidos de su maleta con su voz reflejando una pizca de decepción. Ellas realmente querían una fiesta con pilotos y chicos lindos.

—Muy segura.—golpearon la puerta y atendí al escuchar al personal del hotel, permitiendo que dejen la comida sobre una mesa que se encontraba allí

—¡Vamos a estar con el campeón de la Fórmula 1!—musitó Liv. Su emoción era palpable en cada palabra que pronunciaba, incluso el chico del servicio nos observó confundido ante su entusiasmo desbordante. Ella no comprendía mucho del deporte, pero se tomó el trabajo de investigar a varios pilotos, incluyendo al idiota de Charles.

Adictos a lo Prohibido #2 - Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora