Capítulo 10

391 31 47
                                    

—¿Amy?—me removí en mi cama algo inquieta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Amy?—me removí en mi cama algo inquieta.

—Cinco minutos más, Max, no dormí en toda la noche.—susurré arropándome aún más con mis mantas.

—¿Esa es la bienvenida que le das a tu hermana?—abrí uno de mis ojos y Lana estaba recostada a mi lado. Sonreí mientras la abrazaba.

—¿Vas a dormir conmigo cinco minutos más?

—Por favor, Emily está algo loca con el cambio de horario.—nos arropamos juntas y cerramos los ojos tratando de conciliar el sueño.

—Creo que no veía esta imagen desde que Amy tenía diez.—abrí uno de mis ojos encontrándome con mi padre y Max observándonos sonrientes.

—Yo creo que no vamos a poder descansar.—gruñí mientras me levantaba de mi cama.—Buenos días familia, no extraño para nada la convivencia de los cuatro bajo el mismo techo.—salí de mi cuarto bajé las escaleras hasta el comedor. Kelly estaba en la mesa del comedor junto a P.

—¡Emi!—la pequeña Emily se acerco a mí corriendo por lo que la cargué en el aire.

—¡Mi pequeña Emily!—besé su cara por lo que ella soltó unas pequeñas carcajadas.—Dios, te extrañe montones.

—¡Motones, motones!—abrió sus bracitos por lo que sonreí.—A ti y a Maxie.—unió nuestras frentes mientras me tomaba por mis mejillas.

—Montones, montones.—besé su nariz dejándola en el suelo. P me observaba algo molesta.—Ven aquí, P.—reí y ella corrió a mis brazos dándome un gran abrazo.—No sé que haré con tanto amor.

—Puedes repartirlo a tus hermanos. Jamás nos dices que nos amas.—miré a Max divertida y negué abrazando a mi hermana.

—Solo dime que no causaste problemas.

—Ay, Lana. Ya está lo suficientemente grande para saber cuando causa o no problemas.—reí ante la intervención de mi padre. Lana se sentó a hablar con Kelly mientras que los hombres de la casa se dedicaban a preparar el almuerzo en el jardín, o eso aparentaban. Por mi parte me senté en el sofá con ambas niñas mientras bebía un café. Ambas jugaban con sus juguetes y me enseñaban algunos.

—¿Vieron a mis amigas?—pregunté confundida al ver que no se encontraban por aquí.

—Les dijimos que podían quedarse con nosotros, pero quisieron dejarnos un rato a solas y se fueron a pasar el día en la playa con tus amigas, Ava, Abby y Kika.—me informó Kelly por lo que asentí sorprendida.

—Puedes unirte, pero recomiendo que lo hagas luego del almuerzo, sabes cómo se pone papá.

—De todas formas quedé con Jake.—Lana asintió sonriendo de lado. En eso, golpearon la puerta, por lo que mi hermana se acercó confundida. No le presté atención ya que P me hablaba sobre sus dibujos, pero Emily se bajó de mis piernas rápidamente.

Adictos a lo Prohibido #2 - Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora