¿Qué pasaría si tus mejores amigas de la universidad deciden tomarse unos meses de descanso antes de su graduación?
Amy pensó que eso sería una buena idea, hasta que todo lo que en algún momento dejó atrás en su vida volvió a presentarse de manera i...
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—¡Quiero una gorra! —exclamó Liv emocionada mientras ingresábamos al paddock, observando a varias personas lucir la mercancía de sus equipos favoritos. Era viernes, día de prácticas y clasificación para la varrera del domingo por el cambio de formato.
—Iremos por una después. —respondí, ajustándome la chaqueta ante la frescura del día. El cielo amenazaba con lluvia, y no tenía intenciones de mojarme. Esperamos a mi hermano durante unos diez minutos en la entrada hasta que finalmente llegó a nuestro rescate. —¡Al fin! —suspiré mientras besaba mi coronilla.
—Lo siento, no estamos teniendo un buen día en el equipo. —nos condujo hacia el garaje de su equipo, y me sorprendí al observar el bullicio que reinaba en el lugar. —En serio me encantaría darte un recorrido por el lugar, pero papá está algo exaltado y me necesitan aquí. Pero pueden subir a ver la carrera, allí tendrán comida y bebidas.
—¿Me dejas una gorra? —me entregó la suya, y sonreí. —Sabes que venimos en paquete de tres, ¿no? —negó divertido y me pasó dos más. —Te veo para almorzar, hermano.
—No te alejes, y si necesitas algo, me llamas a mí, a papá o a los chicos, pero no estés sola y si sucede algo... —besé su mejilla y me alejé antes de que colapsara. Me uní a mis amigas y les pasé las gorras.
—¿Qué tiene tu familia con protegerte tanto? —preguntó Liv sorprendida.
—Eres la menor de cinco hermanos varones, Olivia. Nunca vas a comprenderlo. —me encogí de hombros ante el comentario de Soph. Ella era hija única y padecía más la sobreprotección que yo.
—Solo vamos arriba. —reí y subimos a la pequeña terraza. Pedimos algo para comer junto a un trago mientras nos acomodábamos en unos pequeños sofás frente a la televisión, hasta que comenzó a llover. No era una lluvia fuerte, pero la pista empezaba a llenarse de agua. —Estoy segura que esta lluvia va a traer problemas. —susurré observando las gotas caer sobre la pista.
—Nos acaban de informar que Verstappen está penalizado por cambiar la caja de cambios para esta carrera. Perderá cinco lugares en base a su posición en clasificación. —anunció uno de los locutores, por lo que las personas comenzaron a murmurar y hasta festejar. Mi hermano no le caía bien a todo el mundo por el simple hecho de ganar prácticamente todas las carreras de la temporada. Tengo entendido que solamente en dos ha quedado en segundo lugar.
—Les dije que no debíamos venir. Le traigo mala suerte a Max. —bebí de mi copa sin despegar mi vista de la pantalla. La sesión había comenzado, pero ni mi hermano ni mis amigos habían salido a la pista. Las cámaras a bordo de los autos mostraban imágenes borrosas por el agua, apenas distinguibles.
—¿A quién tenemos que animar? —me preguntó Sophie confundida.
—Mientras digan que Norris, Sainz, Verstappen o Gasly van bien, ustedes sean felices. —Liv me observó confundida.
