¿Qué pasaría si tus mejores amigas de la universidad deciden tomarse unos meses de descanso antes de su graduación?
Amy pensó que eso sería una buena idea, hasta que todo lo que en algún momento dejó atrás en su vida volvió a presentarse de manera i...
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—¿Desde cuándo conoces a Lando?—me preguntó Jake mientras caminábamos por un parque esquivando los charcos que la lluvia del día había dejado por los senderos. La cena había sido muy divertida a decir verdad, Jake era un chico realmente encantador.
—Hace algunos años. Íbamos juntos a la universidad en California. Pero ya sabes... decidió dedicarse a esto y yo me mudé a Boston con mi hermana.
—¿Estoy frente a una chica Harvard?—reí divertida probando mi helado.—Debes tener una gran inteligencia comparada a mi escasa escolaridad.
—Que esté en Harvard no significa que sea más inteligente que tu.
—Dejé la secundaria en el segundo año para dedicar mi vida a un auto que gira en círculos sobre una pista.—me respondió obvio.—Creo que no sé responder un problema matemático.
—No seas exagerado, esas cosas las ves cuando eres un niño.
—Cuando era niño solo quería dedicarme a esto. Jamás me imaginé en la universidad. Siempre pensaba en lo divertido que sería estar en la pista en vez de un banco con una profesora en frente. Antes corría en otras categorías, pero me llamaron para probar este año y la verdad es que espero algún equipo me tome como principal el año que viene.
—Es divertido por que yo jamás me imaginé fuera de la universidad. No sé que haré ahora. —solté algo preocupada.
—Tan solo deja que suceda. Yo no sabía si quería irme de mi categoría anterior... y solo sucedió.
—No tienes un apellido con el que cargarás el resto de tus días.—me observó divertido.
—Que tu hermano sea campeón del mundo en la Fórmula 1 no debería afectarte el día de mañana si quieres hacer una vida normal, ¿o sí?—solté una pequeña risa.
—No todo es el deporte, ¿sabes?—me observó confundido.—Mis padres eran dos grandes cirujanos. El apellido va mucho más allá de esto, mis padres salvaron vidas. Usar el apellido de mi madre ha servido de mucho estos años.
—¿Tu padre el que ahora trabaja con tu hermano era cirujano?—asentí.
—Papá necesitaba algo nuevo. Lo merece después de todo.
—¿Y tú madre?—formé una línea con mis labios.
—Falleció cuando era niña.—su cara se transformó por completo.—No lo sientas, no lo sabías y está bien.—sonreí de lado.
—Tu hermano nunca nombra a tu madre.
—No es algo que nos giste recordar, causó mucho dolor su partida. Max usa su nacionalidad para representarla, estuvo mucho tiempo enojado porque mamá se había ido, siente que le debe mucho.
—¿Tienes algún otro talento oculto?—solté una pequeña risa.—No me digas que hice otra pregunta que no debía.
