Alexia James y su grupo de música han vivido toda su vida en Oahu, una de las islas de Hawaii, concretamente en Honolulu. Viven una agradable vida mortal, cada uno con sus propios problemas. No saben nada de su origen.
Cuando un grupo de mestizos so...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Álex
Era un agradable día a finales de febrero como cualquier otro día agradable a finales de febrero. Jason y Leo se habían propuesto «secuestrar a Nico», así que tenía todo el día para mí.
Amaba a Nico, pero, creo que como cualquier persona, me gusta pasar tiempo a solas para poder pensar.
Aquella mañana estaba (poco antes del almuerzo) en mi cabaña, tocando algo nuevo en la guitarra y apuntando notas cuando alguien llamó a mi puerta.
—Está abierto —contesté.
Entró la persona que menos esperaba: Thalia, hija de Zeus.
—Hola, Álex. ¿Puedo? —saludó.
—Ah, claro —se dejó caer junto a mí en la cama—. ¿Qué te trae por la cabaña 3?
—Me interesaba hablar contigo antes de que termine este torneo —sonrió—. ¿Te han contado mucho sobre las Cazadoras de Artemisa?
—No, la verdad.
—Las Cazadoras somos un grupo de doncellas inmortales que han jurado lealtad a la señora Artemisa. Al unirnos, rechazamos a los hombres el resto de nuestra eternidad.
—Interesante.
—¿Tú crees? Realmente es divertido y viajas un montón.
—Me encantaría viajar —sonreí soñadora.
—A mí me encantaría que viajarás con nosotras —añadió ella.
☠︎︎♪𓆉︎♪☠︎︎
Nico
—¿Y cómo fue? —Leo abrió los ojos como platos, tanto que daba miedo.
—Fue especial —dije sincero (si no contestaba así, no se callarían nunca)—. El simple hecho de pasar tiempo con ella... Me encanta.
—No sabes lo mucho que me alegra verte feliz, Nico —Jason me dio palmaditas en la espalda.
—¿De qué habláis? —oí la voz de Percy, y nos rodeó los hombros a Leo y a mí. Incluso el hijo de Hefesto se tensó.
—Ah, nada, canciones para los próximos asaltos —conté.
—Fue una faena que Frank se equivocara en la letra y lo perdiéramos —se disgustó Percy.
—Ya ves —comentó Leo.
—La verdad es que necesito vuestra ayuda sincera —suspiró—. Creo que Álex está viéndose con alguien.
—¿Queeeeeeee? —Leo se hizo el tonto.
—Está súper feliz, ya no me busca para pasar tiempo juntos —explicó—. Canta canciones de Taylor Swift por toda la cabaña y cuando me levanto por las noches sonríe dormida...
