-Aemma Targaryen

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Vamos princesa ya casi - dijo la partera alzando ligeramente el camizon para poder ver la entre pierna, la cabeza ya se asomaba pero no estaba completamente afuera.

La habitación estaba inundada por gritos de dolor, la princesa se movía de un lugar a otro con el camizon completamente empapado de sangre y sudor, las lágrimas y las maldiciones no tardaron en aparecer.

Había entrado en labor de parto hacia ya nueve horas, y el pequeño demonio que tenía en su interior se negaba a salir,todo el palacio estaba escuchando el eco que sus gritos producían, a las afueras de la habitación se encontraban el rey con sus hijos, la reina alicent y su esposo Daemon Targaryen, que no dejada de caminar de un lado a otro, lo único audible desde la habitación eran los gritos desesperados de la princesa, Daemon ya había entrado a la habitación hace unas horas pero las parteras lo sacaron de ahí con la excusa de que podría estresar a la princesa a la hora del parto.

Intentemoslo en agua, rápido llenen la tina- exclamó una de las parteras de mayor edad en el lugar.

Las demás sirvientas no tardaron en obedecer, pues ella era mayor y había atendido infinidad de partos antes de este y el agua según ella y la medicina de aquel entonces, aliviaría su dolor y haría que el bebé salga más rápido.

La tina llegó a el borde, y tres sirvientas tomaron por los hombres y brazos a la princesa para colocarla suavemente en la tina, el agua le llegaba un poco más abajo del mentón.

Llevo nueve malditas horas gritando sin parar si el agua no funciona, simplemente me rendiré y haré que me maten para sacar al bebé- dijo la princesa casi en un susurro mientras miraba abajo en el agua.

Ahora puje- dijo la sirvienta tomándola por los hombros y otra apoyándola sobre su brazo,ejerciendo un tipo de presion para facilitar el esfuerzo de la princesa.

Ahhh!!- un grito más se sumo, y por el fuerzo el agua comenzó a tornarse de un color rojo carmesí, ahora ya no eran tan visibles sus piernas por la sangre en el agua.

La cabeza de la princesa comenzaba a debilitarse, balanceándose de un lado a otro, en cualquier momento caería inconsciente o muerta por el esfuerzo que estaba haciendo.

Dos horas más habían pasado las palabras que decían "ya casi princesa" ya no cobraban sentido pues si su bebe estuviera pronto a nacer no hubiera durado otras 2 horas llorando y pujando.

No,no,no princesa!!- una de las sirvientas tenía en sus manos la cabeza de la princesa, ya no respondía, claro su cabeza hacia horas que tambaleaba pero no creía que se fuera a desmayar.

Su cuerpo no va a soportar más, si no sacamos al bebé ambos morirán, ahora rápido sujeten sus piernas y brazos y saquenla del agua- cuatro sirvientas se posicionaron alrededor de la tina dos en un extremo y otros 2 en el otro, la alzaron por las piernas, y por los brazos la recostaron en el suelo. Su cabeza ya hacía en el suelo sin respuesta alguna.

Princesa porfavor escúchame, solo una vez más, solo una y el bebé saldrá, porfavor- la partera alzó el camizon por completo dejando a la vista de todas las sirvientas,parteras y maestrez su desnudez.

Ahhhh!!!- fue el último grito, el más largo y fuerte de todos, pero todo ese esfuerzo no había sido en vano, pues pronto se escucho el llanto de una fuerte bebé.

La partera lo sostuvo entre sus brazos para después cortar el cordón y envolverla en una manta, la coloco en los brazos de la princesa. La bebe pataleaba con una fuerza extraordinaria.

La felicidad que el cuerpo de rhaenyra sentía era inmenso después de once horas de esfuerzo, sudor, lágrimas y sangre tenía su recompensa a su fuerte y muy bella bebe.

Ese lindo momento fue ligeramente interrumpido por un gran portazo, Daemon había parecido buscaba desesperado con la mirada a rhaenyra y a su hija las cuales estaban recostadas en la cama.

Se venían realmente hermosas, claro tenían sudor y sangre en sus caras pero eso no importaba.

Puedo tomarla?- dijo daemond, rhaenyra coloco su mano sobre su cabezita y se la dio.

La niña era hermosa, hacía honor a su apellido y a la sangre valyria que corría por sus venas tenía los ojos violetas tan oscuros que parecían negros, su piel no era tan pálida pero tampoco morena, y su hermoso y bello cabellito platinado.

Daemon la tomó y se dirigió hacia la puerta, con una bebé en brazos dijo- Mi esposa dio a luz a una hermosa princesa, su nombre lo eligió rhaenyra y se llamara Aemma..... Aemma Targaryen- al escuchar tales palabras los presentes en especial de Viserys tuvo una calidad sensación en su corazón.

Aemma la reina, el único amor del rey Viserys, la dulce y hermosa madre de rhaenyra, ahora su hija lleva a su nombre y lo portería con un gran orgullo desde entonces.

Puedo cargarla, hermano- Dijo el rey Viserys, daemon asintió y le pasó a la bebe, viserys podía ver a la pequeñita removerse inquieta en sus brazos, tenía una gran sonrisa dibujada en su rostro y jugaba con el cabello platino del rey.

Daemon!!- daemon rápidamente se giro y la voz venía desde la habitación de su esposa- ahh!!- el grito alertó a todos los presentes.

Pero si su esposa hace algunos minutos estaba completamente bien y ahora estaba gritando por ayuda, daemond no tardo mucho, se giro rápidamente en direccion hacia la habitación para ver que era el causante del dolor de su mujer.

Llego y lo que vio lo tomó por sorpresa, su esposa tenia una mano apollada sobre la estructura de la cama y la otra en su espalda baja, la sangre volvió a hacerse presente y los gemidos de dolor aumentaban cada vez.

Daemon no comprendía lo que pasaba pero por lógica y deducción diría que estaba pariendo una segunda vez.

Llama a las parteras, viene otro- dijo rhaenyra ya casi sin fuerzas, los dioses la habían maldecido, con no un parto si no dos.

Pero daemon no tuvo tiempo ni de gritar por ayuda, porque en cuanto rhaenyra dio el primer y muy ligero empujón el bebé salió lloriqueando.

Daemon rápidamente la tomó entre sus brazos y la recostó entre la cama, una sirvienta ya estaba ahí para proceder a limpiarlo un poco y cortar el cordón. Daemon tomó a su bebe en brazos y oh sorpresa era un varón un varón muy saludable y fuerte, otro pequeñín platino.

Traigan a los bebés- Dio un grito daemon, para que acto seguido dos sirvientas trajeran a sus dos bebitos y los recostaran en sus respectivas cunitas.

Ya hacía dos huevos de dragon a un lado de cada uno de ellos el de la fuerte princesita de un negro penetrante y un escarlata muy fuerte, y el del príncipe un azul y negro muy hermoso.

Como le pondremos a nuestro principito, mi amor- Dijo rhaenyra coloco cando sus manos sobre el rostro de daemon,-yo ya elegí el de aemma tu escoge el de el- dijo rhaenyra con una sonrisa en su rostro.

Jacaerys, se llamara jacaerys- dijo observándolo en su cuna a lo lejos.

Excelente mi amor- dijo rhaenyra para después unirse en un hermoso y cálido beso.

Las horas pasaron y la pequeña familia ya hacía durmiendo, daemond con la pequeña Aemma a un lado y rhaenyra con su pequeño varón. Definitivamente una familia hermosa.

Esa misma noche el alarido de dos pequeños dragoncitos emergió de la habitación, dando a entender, que no habían parido a simples vástagos, habían dado a luz a un implacable y fuerte dragón que con el tiempo arrasaria con todo a su paso.










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-Holaaa que les pareció el capitulo de hoy, en el próximo daré más detalles del nacimiento de los gemelos.

Y la perspectiva de cierta personita sobre el nacimiento de la pequeña aemma.

- Se bañan. 😉

Nothing to lose [Aemond Targaryen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora