-La misma

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Aemma Targaryen


Meg peinaba agilidosamente mi cabello, los pasadores entraban y salían de mi pelo.

La señora Pot me colocaba la tinta de labios, y las otras criadas con el rubor, y el color en mis ojos.

Todavía nisiquiera amanecía por completo.

Y seguía algo adormilada, era horrible tener que levantarme tan temprano por este evento.

- Mi señora- Llego otra criada y pasaba sus manos por mi cara, tratando de llamar mi atención.

- Si, si, ¿Que decías?- Me disculpe, estaba algo distraída y con sueño.

- ¿Que argollas prefiere usar?- Señaló un cojín que tenía al menos unos dies pares de argollas.

Para ser sincera no era una gran amante de la joyería, preferia no usar ninguno hoy.

Apenas y uso algunos anillos, pero el collar que nunca me quito es el de mi tío Harrold que espero verlo hoy, es el collar de el ave azul.

Es uno de mis collares favoritos, aunque mis collares si los cambio con algo más de frecuencia conforme a mis vestidos.

- No, gracias hoy no- Dije con amabilidad.

Vino otra chica, esta ves con satin en las manos.

- ¿Cuál prefiere princesa, azul o blanco?- Cuestiono.

Señale el azul y sin más se fue.

- Arriba niña- Exclamó la señora Pot, levantándome de el asiento.

Puesto que ya estaba listo mi rostro y pelo.

Me colocaron sobre la pequeña tarima, y ahora llegaba la verdadera pesadilla.

El vestido.

Mientras comenzaban a colocarme el camizon, entrelazaban las telas celestes y blancas, estas eran las capas menores antes del color azul intenso y con destellos de color zafiro, mi color favorito.

Pero ahora mi mente estaba ocupada con otros pensamientos, como, la soga cortada en mi camino a Kingslanding, o que la familia Velaryon estaría hoy aquí también, o quizás Aemond.

No, Aemond no.

Trataba de despejar mi mente y cuando menos lo pensé, el vestido ya estaba en su lugar.

Me baje con cuidado, y me mire en el espejo, adoraba como se veía, el gran símbolo de los tres dragones estaba un poco más abajo de mi pecho, relucia de una manera espectacular.

Me coloque los anillos y mis zapatos del mismo color de mi vestido.

Me perfumaron y ya estaba lista.

Rosy entro por la puerta y se quedo ahí viéndome.

Como si estuviera estática.

- ¿Que pasa rosy?, despierta, tierra llamando a Rosalinne- Pase mis manos por su rostro y después hablo.

- Es que... te ves hermosa, hoy- La sinceridad se percibía en su mirada.

- Gracias Rosy, y tu no te quedas atrás mírate- El vestido se le veía asombroso, era de un color naranja cálido.

Ella dio una vueltita para mi y reímos juntas.

- Hoy se casa tu hermana Rosy, Mircella- Le dije.

- Si, ellos..ellos no se aman Aemma- Mencionó con una mirada algo triste.

- ¿Pero por que?- Cuestione con el ceño fruncido.

Nothing to lose [Aemond Targaryen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora