30. no lo hice por amor.

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Rubius a menudo escuchaba los golpes que su padre le daba a su madre, como la forzaba a tener relaciones o cada noche cuando traía a otra estudiante drogada distinta, pero cuando tienes 10 años y creces viendo esas actitudes o la adicción que su mamá tenía con el alcohol no se ve raro del todo.

Solo podía sentir el suficiente dolor cuando en lugar de seguir viendo hora de aventura sentado en el suelo con su pijama favorito delante del televisor tenía que sentir a su padre abusar de él cada noche, sin importar si gritaba su madre nunca hacía nada para detener el dolor.

Su madre falleció de una sobredosis, no le importó, creció con un odio en las mujeres y con más respecto a su propia mamá, claro que era mucho más peligroso vivir solo con su padre así que su tía mantuvo su custodia.

Cuando creció fue manteniendo y subiendo de nivel entre los jóvenes, era conocido por ganar la mayoría de peleas y domar a quien se le antojara, había algo en él que asustaba, y eran sus ojos, cuando se molestaba; aquellos iluminaban el ambiente con neón, nadie le podía decir que no, incluso de niño.

Porque él creció con solo tener que aceptar todo, con tener que decir "sí", quizás su padre era una mierda y lo odiaba, tal vez nunca pudo sentir cariño pero en lo que respectaba después de cada violación le daba caros regalos que nunca negaba a dar.

Es por eso, que cuando quackity se mudó a su habitación, la primera vez lo vio como un niño, un niño libre lleno de responsabilidades pero que aún así bailaba por toda la casa sin cesar, esa clase de niño hiperactivo que sería amigo de cualquiera.

Era como un bebé, algo así, era ingenuo, pensaba que en todo había bondad, todos los días que creía estar escuchando sus problemas era un tipo de farsa, en realidad nunca le prestó esa atención.

Y ahora ese niño iluminado, ese niño alegre que era ingenuo tenía su espalda torcida con un dolor trasero y sangrando a su merced, no le importó hasta que terminó fuera suyo y pareció volver a la realidad -...¿quackity?- el omega temblaba mientras lloraba con fuerza, sus dientes pegados a las sábanas podían amortiguar el sonido pero aún así era claro lo que hacía.

Se retorcía poco a poco, sintiendo desgarrar su interior, rubius salió de él poniéndose con pantalones -Levántate- por mucho que el menor quisiera se estaba desangrando, se sentía anémico.

-Mierda, quackity, levántate- parecía preocupado, quackity no podía distinguir voces, se sentía perdido, casi desmayado su rostro fue descubierto pálido -Joder, ahora sí la jodí.

Rubius lo tomó en brazos cubriendo su trasero con su ropa, su cintura se sentía pesada como a la vez no, era difícil verle los ojos abiertos al menor, rubius estaba en pánico.

-Eh, eh, rubius- el alfa acarició sus frías mejillas llenas de agua -perdón, mi amor, perdón, no vayas a decir nada, ¿sí? Te lo compensare.

Quackity estaba demasiado débil para negarselo, asintió sin notar el tiempo o cuando duraron las ambulancias en llegar, estaba en una fría y solitaria camilla sintiendo sus ojos caer poco a poco.

El sonido de las máquinas pegadas a su corazón ya se hizo una rutina en su cabeza, podía escuchar a los múltiples doctores entrar en la habitación varias veces, sintió un dolor inmenso pero estaba adormecido, cayó dormido por un segundo antes de despertar con el alfa durmiendo a un lado de unas sillas en la sala.

No podía llorar, no podía quejarse del dolor en su estómago, o cómo sentía algún tipo de vacío en su garganta, en su cuerpo, en su corazón, en su alma, en sus manos.

(...)

Luzu quedó en un shock considerable, sentía sus sentimientos ser aplastados una y otra vez, como si su piel doliera -Luzu- susurró alexby por fin captando su atención, los ojos de luzu tan solo habían lágrimas, lágrimas de decepción.

-Perdón, debí haberlo acompañado- alexby se acercó posando sus manos detrás de la espalda del mayor dejando que recargara su cabeza en su pecho con suavidad.

-Creo que no sólo quackity la está pasando mal, tranquilo- comenzó a sollozar en su pecho con el cuello torcido, no le importaba, su cabeza seguía repitiendo una y otra vez la parte en donde el mismo quackity confiesa nunca haberle amado.

Se sentía mareado, perdido, como si extrañara algo o alguien, pero sin saber el porqué, pasó al menos 4 minutos en aquella posición hasta que no hubieran lágrimas que derramar -Ugh, me siento mal.

-¿quieres que te de algo? Pareces tener fiebre- luzu asintió -Quiero un café.

-¿seguro? Suena como algo de lo que nos arrepentiremos- el alfa río bajo sentándose en la cama de su habitación -Nop, estoy seguro.

Algo que luzu no quería aceptar es que su primera vez fue con quackity, no había dejado que nadie más le viera en aquel estado más que él, un omega que acababa de conocer hace unos meses, con el cual seguramente tendría problemas.

Por mucho que odiara cuando el menor le gritaba tales cosas se sentía aferrado, como si esta vez fuera él quien necesitaba amor, quien lo quería con todas sus fuerzas. Poco un tiempo alexby le entregó una taza de café que recibió con los dedos fríos.

-Lo lamento luzu, sé que te gusta- el alfa arqueó sus cejas hacía bajo tratando de esconder la molestia -Creo que...quiero ser comprensivo con quackity, me siento mal sintiéndome mal con sus palabras cuando sé que la pasa peor.

-Bueno, no significa que porque una persona la pase mal justifica todo lo que hace, suena mal puesto quackity es alguien quien posiblemente éste siendo abusado pero tampoco quita el hecho de que te haga sentir mal a veces- alexby se sentó en la orilla de la cama soltando un suspiro.

-Luzu, ¿si te cuento algo no se lo dirías a nadie?- el alfa asintió, poniendo la taza cubriendo su boca soplando el vapor -Tuve sexo con fargan.

-Eso lo sabía ¿te gustó?- preguntó luzu dejando el café de lado en una pequeña mesa de noche al lado de su colchón -Es complicado.

-¿Complicado? Bueno, si tuvieron sexo por diversión está bien- alexby río.

-Porque tú eres un experto en sexo- el mayor le lanzó una almohadilla callando las risitas burlescas -Bueno, bueno, te cuento.

-Fargan y yo tuvimos unos malos días, por ello le invite a la casa una noche para tomar algo de vino e irnos a dormir, yo iría a dormir en el sillón. Pero de repente sentí sus feromonas explotar y de repente nos estábamos besando, oh Dios, sus labios sabían bien.

-Y lo hicimos, se sintió bien y fue grandioso, pero puedo sentir esa pizca de arrepentimiento, me siento algo incómodo ahora sabiendo que tuve sexo con mi mejor amigo, ¿sabes? Fue repentino, estaba algo borracho, fargan también- luzu sabía lo que fargan sentía respecto a alex, no era un secreto entre el grupo más para él.

Aún así no podía asegurar de qué forma alexby veía al chico -¿Te gusta fargan?

Era una pregunta capsiosa, las mejillas del menor ruborizaron -No lo creo, solo porque me gustó tener sexo con él no creo que significa algo más, quizás le habré confundido.

Luzu lo sentía gris, y odiaba ese sentimiento, en su cabeza todo se manejaba entre blanco y negro, era un "sí" o un "no". Odiaba cuando las personas eran más complicadas, odiaba eso.

-Entonces deberían hablarlo, digo, no está mal que quisieras acostarte con él pero no le hagas pensar que lo hiciste por amor, chico rompe corazones- aunque sonrió, sintió algo de decepción sobre su propio amigo.

ᵍʰᵒˢᵗ ᵇᵒʸ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora