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Fui a clases de historia y ahí estaban mis compañeros de broma favorita, aunque lo decía más por ellos.
Emmett molestaba a Jasper con bromas bobas y Rosalie siempre lo golpeaba por eso, pero cuando estábamos los tres en clase de historia Emmet se unían a mi para hacer avioncitos de papel y fingir las guerras que dictaba el profesor.
Jasper siempre nos regañaba, decía que este tipo de historias merecían respeto, que esos hombres habían arriesgado sus vidas para salvar personas inocentes y debíamos escuchar sus hazañas, pero al final terminaba uniéndose a nosotros y actuaba de maravilla, en verdad parecía que hubiera participado en alguna guerra.
—Buenos días, camaradas— Me senté delante de ellos. Para saludarlos me incliné hacía atrás haciéndolos reír.
—Se te va a escurrir el cerebro por la nariz— Dijo Emmet.
Los tres nos reímos.
Me enderece y giré mi silla para poder hablar mejor. Aún no llegaba el profesor.
—Estas de excelente humor, Bombshell—Es el apodo que me había colocado Jasper.
Cuando jugamos a fingir guerras suelo eliminar a mis enemigos con bombas, y él empezó a llamarse así. Dijo que iba excelente con mi gusto por explotar gente y mi mala costumbre de explotar de mala manera cuando me hacían muchas preguntas.
—Obvio, estoy con mis personas favoritas— Sonreí mostrando los dientes.
Ellos estallaron en risas y yo fruncí el seño.
—¿Por qué se ríen?
Jasper controló su risa, carraspeó un poco.
—Te juro que no nos reímos de ti, es por otra cosa.
Emmet también calmó su risa.
—Si, Bonsái— Emmet me apodó de esa manera. Dijo que era tan pequeña como un maní, pero Rosalie le prohibió que me llamará así. Pensó en un nuevo apodo y Bonsái se quedó.
—Es algo completamente lejano a ti. Pero ¿Estás segura que es por nosotros y no por alguien más la razón de tu buen humor?— Emmet hizo gestos con sus cejas.
Yo me reí.
—¿De qué hablas?
—Él volvió hoy.
—¿Quién?— Fingí demencia.
—Sabes perfectamente de quién te hablamos— Habló Jasper.
—Y un pajarito nos contó que ahora compartes clase con él.
—Epaa, como vuela el chisme en este lugar.
Emmet puso cara de póker. Y Jasper se rio de él.
—Ella dice que en este instituto no es fácil ocultar lo que haces.
—Eso es cierto, aquí les encanta hablar de la vida de los demás.
