Futuro Diferente《Trunks Del Futuro》

Ratón de biblioteca

"Remasterización del Retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde" decía un afiche de color verde turquesa, pegado en una muralla de la biblioteca municipal de la ciudad. Trunks entró, al entrar notó que había una cantidad de público considerable. Debía admitirlo, se sentía extraño de estar ahí, pues Goten era el que pasaba metido todo el tiempo ahí y hubiera dado lo que fuera por acompañarlo ese día, pero estuvo ocupado. No es como si Trunks no quisiera estar ahí, porque en realidad si quería, y mucho.

Sin embargo, el hecho de que hubiera tanta gente no fue lo que captó su atención, sino una chica, una chica de mediana edad. Delgada, piel pálida como la leche, flequillo y cabello obscuro y corto hasta las orejas. Estaba leyendo un libro poco común: Lolita de Vladimir Nabokov, un libro bastante polémico hasta el día de hoy. El cual trata de un pederasta que siente atracción por una niña de 12 años, Dolores Haze, más conocida como "Lolita".

Le recordó cuando Bra estaba leyendo ese libro a los ocho años y se llevó un gran reto de parte de sus padres. Fue un momento divertido y cruel, la chica lloró como un bebé, su padre la consoló dándole una paleta de fresa, desde ese momento la niña se volvió una mimada y dependiente de Vegeta.

Trunks saludó a la bibliotecaria, dio pasos lentos porque quería acercarse a esa joven que había llamado su atención. Cuando ya estuvo lo suficientemente cerca de ella se acercó para preguntarle si el asiento de al lado estaba ocupado, pero ella se adelantó en hablar.

-¿Quieres leerlo? -dijo la chica de voz dulce, a su lado tenía una pila de libros, casi enumerados y por orden del alfabeto-. De todas, ya lo he leído muchas veces.

Sonrió, Trunks también compartió la sonrisa amable de la chica, ambos se quedaron mirando fijamente, como si el destino los hubiera juntado en ese momento. Pero entonces ella articuló:

-Ya qué, entonces se lo ofreceré a alguien más.

-S-si, mejor -titubeó- Duh, mejor no lo hagas, ¡lo que quiero decir...!

Sí, cada vez que Trunks tenía contacto con una chica, se ponía nervioso, en quinto grado salió corriendo del salón luego de haber confesado sus sentimientos a la chica que le gustaba.

La chica ocultó su sonrisa con su mano derecha, un gesto habitual en ella.

-¿Quieres preguntarme si el asiento está desocupado? Porque si lo está -dijo.

-Así es, lo siento -rascó su nuca nervioso y tomó asiento a su lado- Muchas gracias -dejó su mochila verde sobre la mesa, luego sacó un cuaderno y un lápiz pasta.

-Y dime, ¿vienes con mucha frecuencia aquí? -preguntó la chica apoyando la mitad de su mejilla en su mano derecha.

-La verdad no. Hace poco me inscribí a una universidad y vengo a estudiar aquí tres veces a la semana.

-Entonces nos veremos seguidamente parece. Yo también estudio en la universidad.

-¿Enserio? ¿en cuál universidad estudias?

-En la universidad estatal de Tokio, ¿la conoces?

-A esa misma universidad voy -sonrió, la chica también- ¿Y qué estudias?

-Literatura clásica, amo los libros, son mi mayor placer de la vida -sus ojos brillaron y esbozó una sonrisa de solo hablar de ese tema-. Cuando tengo un libro cerca incluso si no me llama la atención su portada, de todas formas lo leo, hasta que anochece.

Trunks quedó boquiabierto por las sabias palabras de esa misteriosa chica, más bien, quedó fascinada con ella. Se expresaba tan bien y era linda de cara. Tenía los ojos rasgados y algunas pecas en sus mejillas rosadas. De pronto su mirada se encontró con la de ella así que la desvió al instante.