Que arda la bruja!

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Descripción explícita de violencia y tortura, prepárense para odiar a Kara a muerte. No me juzguen, siempre hacemos fics donde ellas se aman y todo es hermoso, quiero llegar a eso, pero nos costará un tiempo, la parte buena es que este fic será mas corto que los demás. Espero leer sus comentarios, y una vez más, es un simple fic, véanlo como tal.

Lean final de página después de leer el cap a quienes les interese.

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Lena era toda la definición de ternura e inocencia en todo el reino de Camelot, a menudo se le veía asistiendo a bailes pero nunca elegía pretendiente alguno. Sus padres Lilian y Lionel Luthor eran cercanos al rey Jeremiah y a su familia así que cuando les invitaron a pasar unos días en palacio para las festividades a nadie le extrañó, al contrario, era lo más apropiado.

La pelinegra ya había visitado el palacio antes junto con su doncella Guinevere, a la que cariñosamente llama Gwen. Ambas reían, mientras entraban de vuelta al sitio donde muchas veces habían estado, el palacio era enorme, cálido, y con las princesas de vuelta ellas tendrían mucho de qué ponerse al día.

Kara Zor-El llegó vestida con su mejor armadura, le gustaba salir a cazar con su hermana Alexandra en vez de estar esperando por ningún príncipe que las viniera a rescatar.

—Mi señora— sonrió Kara al ver a Lena y ambas compartieron un beso en la mejilla.—Gwen—saludó a la doncella con un ligero movimiento de cabeza para luego llevar su atención de nuevo a la pelinegra.

Lena la miró estudiándola unos segundos, Kara estaba más fornida, había madurado ligeramente, tenía buen cuerpo. —Eso debería decir yo princesa, qué tal la cacería?— sonrió.

—Ha estado bien, aunque ya aburre encontrar las mismas alimañas aquí y allá.—suspiró con frustración. —Me encantaría quedarme a charlar my lady pero mi padre me necesita, espero verla pronto.

—Sí princesa, cuento con ello— la pelinegra la vió irse con una sonrisa.

—Sí que es linda eh?— dijo Gwen mirando su cara obvia.

—Qué tiene? es muy hermosa—

—No olvides que tú eres aún más hermosa, algún día te le planeas acercar?

—No Gwen, ya sabes que no puedo, bebemos vino?

—Ni modo mi señora, usted manda— se rieron y fueron a una mesa enorme llena de comida mientras los demás invitados iban llegando a la pequeña ceremonia de apertura.

Gwen tomó una copa y vertió vino en ella para su señora, luego se sirvió a sí misma con el consentimiento de la pelinegra y ambas se acomodaron en una esquina a conversar.

Duarante un largo rato Lena vió a Kara ir de acá para allá, notaba la preocupación en su rostro, verla así era algo que no le gustaba para nada. La pelinegra gustaba de la joven Zor-El hacía mucho tiempo, pero con su condición no creía que eso fuera posible, ni siquiera a escondidas, no sabía qué era peor, si su situación actual o ser una mujer igual que la princesa.

—No te lo pienses más, ve a ver que sucede— le susurró Gwen dándole un empujoncito.

—No sé Gwen...no es correcto, no creo que...

—Vas a ir o no? mi señora, a usted le gusta la princesa, se le de lejos, vaya con ella si le preocupa por favor.

Lena suspiró y asintió dándole su copa. —Está bien espérame justo aquí.

—Aquí estáré señora.

La joven pelinegra se fue detrás de Kara y la siguió por los pasillos de forma discreta, no quería causar un alboroto. El castillo estaba celosamente custodiado en el exterior pero en el interior la situación estaba algo más relajada, cosa que no tenía mucho sentido si algo anduviese mal.

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