Capítulo 9: Planes En Marcha

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(Flash Back a modo de pesadilla. / Advertencia: se tocan temas sensibles con respecto a la violación y abuso sexual. Leer con precaución.)

Ahogándome con mi propio llanto no podía hacer nada más que llorar y aferrarme a las sábanas mientras el maldito arremetía encima de mí.

Pese a que mi mente estaba tan turbulenta por las drogas aun podía sentir todo lo que me estaban haciendo. Todavía podía sentir como era desgarrada desde adentro hacia afuera y como ese maldito pasaba sus grotescas manos y su boca por mi debilitado cuerpo.

Me había cansado de intentar gritar. Me había cansado de intentar pedir ayuda.

Mi voz era demasiado débil y, de todas formas, ¿Quién vendría?

Mi mejor amiga vivía lejos, los vecinos estaban durmiendo y mis padres estando aun en la habitación de al lado parecían ni enterarse de lo que sucedía en su propia casa.

Nadie podía salvarme.

No podía hacer nada más que permitir que aquel terrible acto se llevara a cabo y rogar porque terminara pronto y no me lastimara más. Por desgracia, yo nunca obtenía lo que quería.

Cuando ese asqueroso hombre trató de besarme contraje los labios para impedírselo. Ya me lo acababa de arrebatar todo. No iba a permitirle tener lo único que realmente había entregado por voluntad propia aun si me costaba la vida.

Un fuerte golpe arremetió contra mi rostro. Me sentí mareada por el dolor y el sabor metálico de la sangre se agolpó en mi paladar. Justo cuando intentó volver a besarme escupí mi propia sangre a su rostro, enojándolo.

Luego llegó un golpe, luego otro y otro y otro, y ya no fui consciente de nada más.

Antes de desmayarme el rostro de ÉL vino a mi mente.

"De no haberme acobardado esa vez, ¿Tú habrías sido mi primera vez en lugar de este monstruo?"

(Fin del Flash Back)


Me desperté sobresaltada.

El sudor frío se deslizaba por mi frente y mi cuello, causándome escalofríos. Me llevé las manos a la cabeza, teniendo que parpadear varias veces para enfocarme y darme cuenta de que solo se trataba de una pesadilla.

"Maldición, ¿Por qué tuve que recordar eso?"

- ¿Rashta?

Asustada miré a mi lado percatándome del rostro adormilado de Sovieshu. Se sentó sobre el colchón con suavidad y aprovechando la corta distancia posó una mano en mi rostro.

Siendo incapaz de verlo a la cara en este momento escondí mi rostro en su desnudo pecho.

- ¿Rashta? - volvió a llamarme Sovieshu, esta vez más despierto y acariciando mi cabeza. - ¿Tuviste un mal sueño?

- Recordé... Anoche... - incapaz de armar una oración coherente seguí escondida en su pecho.

- ¡Ah! ¿Te refieres a lo que pasó anoche? - comentó con diversión al malentender mis palabras. - ¿Estás avergonzada aun después de todo lo que hicimos? - al escuchar un sonido de protesta de mis labios sonrió divertido. - Jajaja Estoy bromeando. No te enojes conmigo.

Sovieshu me rodeó con sus brazos, llevándome a su regazo. Se me escarapelo el cuerpo; pero solo me dejé hacer, ¿Qué más podía hacer? Al fin de cuentas, lo único para lo que realmente era buena era para soportar cualquier cosa que hicieran conmigo.

- Me gustaría quedarme más tiempo. Pero tengo asuntos que atender, ¿Estarás bien sin mí? - me preguntó volviendo a dejarme recostada sobre la cama y comenzó a colocarse su ropa.

¡¿Soy Rashta?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora