¡¿Soy Rashta?!

Capítulo 11: ¿Podemos Ser Amigas?

A partir de este capítulo se explorarán los distintos puntos de vista de otros personajes, para darle mayor dinamismo a la historia ahora que se acercan los eventos principales de la novela original.

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El Vizconde Lotteshu no había esperado la llegada de una carta invitándolos a él y a su hija menor al palacio imperial. Mucho menos que dicha invitación fuese de la actual amante del Emperador, ni más ni menos que su esclava fugitiva, la antigua amante de su hijo y madre de su desaparecido nieto, Rashta.

Decir que estaba aterrado era lo de menos.

Esa noche cuando Allen lo levantó gritando que su hijo había desaparecido fue solo cuestión de segundos verificar que se trataba de Rashta al no encontrarse en el establo donde solía dormir. Al recorrer el territorio comprobaron que no fueron los únicos, Pix, su esclavo más viejo y el que por mayor tiempo trabajó en la finca de su familia tampoco se encontraba.

¿Cómo se atrevían a pretender huir de sus dominios? Debían haber enloquecido. No permitiría que se burlaran de él de esa forma.

Encolerizado, no pensó en las consecuencias al soltar a los perros y enviar a sus hombres armados a detenerlos por todos los medios posibles, aún si esto desencadenaba en la muerte de esos dos esclavos y la de su propio nieto. Fue por eso que, pese a no encontrar sus cuerpos, no sintió culpa alguna cuando sus hombres hallaron el abrigo de ese anciano echo girones por los perros y el harapiento vestido de esa mocosa cubierto de sangre a mitad del camino. Lo que, por el contrario, lo hizo sentir algo parecido al arrepentimiento y volver a sus cabales fue hallar la manta de su recién nacido nieto empapada de sangre fresca.

La noticia devastó por completo a Allen. Se echó la culpa de muchas cosas, desde haber engañado a Rashta hasta responsabilizarse por la posible muerte de la mujer que amaba y de su primogénito. Sumido en la más profunda miseria se encerró en su habitación negándose a ver a su padre, tan si quiera permitiendo que su madre y hermana ingresaran para traerle la comida y hablar con él.

Su esposa no le daba cara. Ella siempre se desentendió de esta clase de asuntos; pero aun en su indiferencia pudo sentir el rechazo hacia sus acciones. No hizo falta que discutieran ni intercambiaran una palabra para que Lotteshu comprendiera que su relación encontrara el punto crítico.

A diferencia de los otros dos miembros de su familia Lebetti, su adorada hija, no se apartó de su lado. Podía notar una profunda tristeza en sus ojos cuando el tema salía a la luz; pero siguió mostrándose igual de respetuosa con él, ¿Sería posible que lamente la muerte de su sobrino? Desde el comienzo Lebetti mostró rechazo por la criatura. Claro que eso era muy diferente a desearle la muerte.

Quién hubiera pensado que en una semana se enterarían por un periódico que, no solo Rashta, Pix y el bebé continuaban con vida, sino que se reconoció a Rashta, la inmunda esclava que tantos problemas le había dado, como la hija de una pareja de nobles del Ducado de Bluvohan, ¡Eso era imposible! ¡Totalmente imposible! ¿Serían estafadores? ¿Los contratarían para montar esa fachada? Esas ideas se descartaron al recordar que muy posiblemente no tendrían ni un centavo encima ni el cerebro para tramar algo así.

Entonces, ¿Era verdad? Abrumado por no pensar en esa posibilidad mucho antes inspeccionó minuciosamente cada una de sus pertenencias y pese a no encontrar que le faltara dinero se halló con la ingrata sorpresa que los papeles de esclavo habían desaparecido, así como su libro de finanzas y algunas joyas de su esposa, en las que se incluía una antigua reliquia familiar, ¡Malditos ladrones! ¿Habrían chantajeado a esa pareja con el dinero? No, esa pareja era conocida por buscar a sus dos hijas desaparecidas, un poco de dinero que se gastaría en poco tiempo no los haría desistir de la búsqueda de esa hija, sin mencionar que la otra hija del matrimonio apareció al mismo tiempo y ambas alegaron recibir una carta donde se contaba su verdadero origen, ¿Eso quería decir que Rashta era realmente una noble? Ya no sabía que era real o no.