Capítulo 5: Giro De Acontecimientos

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Jamás de los jamases pensé en encontrarme en una situación parecida hasta el día en que reencarné. 

Desde el comienzo no se me dio tiempo de asimilar mi nueva realidad. Tuve que planear lo que haría de inmediato si quería sobrevivir, no, si quería vivir en este mundo. Me apresuré tanto en llegar al resultado final que no me di el tiempo que necesitaba para darme cuenta en lo que realmente me estaba metiendo al tomar la decisión de intervenir en la historia de la novela. 

Eso me llevó a golpearme con la devastadora verdad de que era muy probable que sea incapaz de convertirme en la amante del Emperador. No cuando cada célula de mi cuerpo quería huir desesperadamente de su lado. 

Me removí inquieta intentando por enésima vez buscar una posición cómoda para dormir. Al comprender que sería imposible solté un bufido, retiré las sábanas encima de mí con frustración y me incorporé. Colocándome las pantuflas y atando mi bata de dormir caminé hacia el balcón de la habitación para abrir las ventanas, abrazando mis brazos al recibir la fría brisa en la cara, mirando el cielo nocturno.

Era muy entrada la noche, ¿Serían las 4 a.m.? Ojalá amaneciera más rápido. Así podríamos comenzar nuestro viaje de regreso a Bluvohan y podría ver más pronto a Ian. A cada segundo sentía que me volvería loca de la pena por no estar a su lado.

Apreté los párpados tratando de tragarme la amargura de estar lejos de mi hijo. Sabía que iba a estar destrozada por estar un tiempo separados; pero no había caído en cuenta de cuanto me hacía falta para poder mantener mi sanidad mental. 

Era de esperarse. Cuando mi bebé nació muerto en mi vida pasada perdí toda la esperanza y cuando mi mejor amiga... 

Cuando ella murió... 

Mis manos temblaron y apreté mis puños con fuerza para evitar llorar.

En fin, perdí el deseo de vivir.

- ¿Qué debería hacer ahora?

La conversación que tuve con la Duquesa de Tuania fue muy esclarecedora. Me ayudó a tener en cuenta algunos aspectos que ignoré por apresurarme a llevar a cabo mis planes.

"No quiero ser la amante de Sovieshu."

Odio y detesto esa idea, sabiendo que sufriría al llevar a cabo las obligaciones que debe cumplir una amante.

Si lo pienso detenidamente no es necesario que yo cumpla ese papel. Cualquier otra mujer con una buena apariencia y una personalidad parecida a la de Rashta podría conquistarlo. Sería un pequeño problema el tema del embarazo debido a la infertilidad de Sovieshu; no obstante, solo bastaba con que la mujer llegara embarazada justo como hizo Rashta en la novela.

Mis ojos se ampliaron ante ese pensamiento y de inmediato me llevé ambas manos al vientre, ¿No debería yo estar embarazada? Retrocedí volviendo al interior de la habitación hasta acabar sentada en el borde de la cama, sintiéndome mareada de repente por la inquietud. 

No, espera, se supone que Rashta huyó embarazada de la finca del Vizconde Lotteshu después de unos meses de haber nacido su hijo. Yo escapé tan solo una semana después. Aunque aun no podía estar del todo segura, pues cuando reencarné acababa de pasar la noche con Allen. Ian cumplió un mes exactamente ayer. Tendría que haber tenido el periodo para este momento, a no ser que Rashta sea de esas mujeres que tienen su periodo mucho tiempo después debido a la lactancia.  

Si no estoy embarazada y me convirtiera en amante de Sovieshu, tomando en cuenta su posible esterilidad, eso quería decir que...

Mordí la uña de mi dedo gordo con tanta fuerza que rompí un trozo.

¡¿Soy Rashta?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora