KINGDOM III

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Ilenko

Reparo a la mujer que tengo al lado, lleva poco más de un día encerrada en una de las tantas habitaciones que tiene la fortaleza Romanov, un lugar ubicado en lo más inhóspito de Alaska y donde me siento seguro ya que es mi terreno.

Duerme con una mano bajo el rostro a pesar de entender lo que le dije. Luce tan tranquila sin tener conocimiento de lo que le depara ni de lo peligroso que es jugar con un mafioso porque en la Bratva nunca hay escapatoria, ni de mis ganas.

Ganas que me costó controlar al tenerla gimoteando dulcemente, al saborear su humedad y al ver la hinchazón y enrojecimiento de su sexo. Es tan pequeño, solo podía pensar en lo abierta que estaría si le clavara mi verga, pero todo a su tiempo.

Me recuesto detallando el techo al recordar la carpeta que me entregó Salamaro con la información que me motivó a tomar una decisión porque yo a todo le saco provecho y conociéndome como lo hago sé que el ganador seré yo.

Tomo una ducha en cuanto amanece y salgo de la habitación acomodándome los guantes y dando órdenes a una esclava de lo que requiero para la mujer que se encuentra arriba. Me muevo a mi despacho encontrándome al consejero que me espera en la puerta.

- Señor, Cedric Skagen solicita una videollamada con usted

Asiento indicando la hora de encuentro preparándome para ver a la persona que quiero convertir en un esclavo manco para que se acuerde de mi cada que quiera apostar.

Me siento tras el escritorio y enciendo un puro mientras sopeso las consecuencias de lo que tengo planeado hacer. El estrés me toma porque fácil no va a ser, sin embargo, salir victorioso me haría más poderoso de lo que soy y pondría a los otros clanes contra las cuerdas queriendo postrarse a mis pies.

Durante décadas existió la pirámide, una escala que agrupaba a todas las mafias más importantes del mundo. Todos los clanes estaban en la pirámide que albergaba en la punta a la más poderosa e iba bajando hasta la menos importante. Los que estábamos dentro le servíamos al que la lideraba y el que no seguía al que estaba en la punta se volvía el enemigo al que repudiaban.

Yo fui el enemigo que se negó a seguir en la organización y me revelé ante Anthony Mascherano, el ex líder de la pirámide y quien murió en Florencia cuando lancé el Avangard directamente a su casa, destruyendo todo el clan Mascherano y las ciudades de la Toscana a su paso.

Hace dos años quedó comprobado que tenerme de enemigo es una pesadilla cuando aniquilé al líder y destruí la pirámide lanzando una bomba en el edificio en el que se encontraban los jerarcas. Ahora solo busco engrandecer a mi organización y ser el máximo cabecilla de todos los clanes para apoderarme de todas las mafias y volverme dueño del mundo criminal. Aunque no es lo único de lo que quiero ser dueño.

Detallo los papeles sobre el escritorio. Termino el puro y enciendo la pantalla que le da paso al momento que he esperado desde que rapté a Emma.

- Se que fuiste el que la secuestró – habla el "príncipe" que solo me divierte con su reclamo

- ¿Y? – inquiero enojándolo mas

- No te atrevas a lastimarla...

- Lo que yo haga o deje de hacer con mi víctima no es asunto tuyo

- Déjala fuera de esto. No te metas con ella

- Me meto en lo que quiera

Se da cuenta de la doble intención y me mira con más furia.

- Ya la estamos buscando y te va a pesar cuando la encontremos

Mi semblante solo demuestra hastío porque a los que le va a pesar será a ellos. No dejaré que me la quiten porque me pertenece solo a mí.

- ¿Qué dirá tu gente cuando se entere que su príncipe hizo apuestas con la mafia rusa y al perder los condenó a la furia del Boss?

Su cara palidece cuando entiende a lo que quiero llegar. Sabe que, si sigue con su absurda búsqueda, en Gehena se enterarán de su actitud libertina cada que estaba en mi territorio y sería condenado por pecador.

- Negociemos. Te doy el plutonio que quieras, pero libérala y será como si nada hubiera pasado

- Ya no me interesa el plutonio que puedas darme – soy sincero con lo que expreso - El momento de negociar ya pasó y ahora solo me estás haciendo perder el tiempo así que no vuelvas a contactarme. Cada molestia que me causes, la pagará Emma James con creces.

Desconecto la videollamada acomodándome la erección al imaginar como haría que Emma pague, definitivamente siendo azotada y empalada por mi polla.

Me sumerjo lo que queda de día en el diseño de armamento balístico que voy a necesitar para lo que tengo en mente, solo descanso para comer y atender las llamadas de la mujer que no puedo ignorar. También realizo las respectivas demandas para lo que tengo planeado con la cría que se encuentra cautiva y me preparo para dar la noticia que nadie espera, pero me saca una sonrisa.  

BOSS AND QUEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora