BOSS AND QUEEN

KINGDOM VII

Ilenko

Se que la mujer que yace a mi lado con la respiración acelerada y las mejillas sonrojadas debe sentirse dolorida pero las ganas que siento por ella son más fuertes.

- Necesito más de ti – le digo mientras mis manos se deslizan por su pequeño cuerpo hasta apretarle el culo firmemente – Necesito probar más de ese dulce coño.

- Me duele...

Le doy un casto beso en su mejilla.

- No voy a penetrarte, solo quiero alimentarme – rozo mi mejilla con la suya antes de bajar a prenderme de las pequeñas tetas que magreo, chupo y muerdo.

- Ved'ma, muéstrame lo que voy a comer.

Se abre de piernas y se me aliviana la saliva al ver nuestras corridas mezcladas en ese pequeño sexo. Mi lengua se arrastra lentamente sobre sus pliegues y mis manos se deslizan hacia su culo sosteniéndola firmemente y tirando de ella hacia mi boca mientras me dedico a comérmela como un desahuciado. Gime y su cuerpo tiembla cuando tiro de sus labios con mis dientes.

Lo tiene tan delicioso que me encargo de chupar todo lo que suelta y su cuerpo se arquea con la llegada del orgasmo cuando arrastro mi lengua de un lado a otro sobre su clítoris.

Dejo un beso en su pelvis y subo para atrapar su boca con un beso dejando que se saboree a sí misma.

- Quiero probarte – murmura – Nunca lo he hecho, pero quiero hacerlo.

Me acuesto de espaldas sujetando mi erección con una mano y abro las piernas dejando que Emma se acomode en el medio.

- Toma lo que quieras bebé.

Peino con mi mano su pelo formando una coleta mientras se agacha envolviéndome con las dos manos lo mejor que puede, aunque ni siquiera es capaz de abarcarlo del todo. Baja la cabeza, abre los labios y lentamente los desliza sobre mi capullo grueso e hinchado.

Jadeo mientras dejo que su lengua se burle de mi orificio, sus mejillas ahuecadas mientras me chupa el glande hasta que empieza a moverse de arriba a abajo sorbiendo mi verga humedecida.

Posa una mano en mis pesadas bolas, dejando que sus dedos jueguen suavemente sobre ellas. Mis músculos se flexionan arrebatándome un gruñido fuerte y siento mi polla palpitar entre sus labios suaves. Se mantiene así, chupando fuertemente mi tallo lo mejor que puede mientras acaricia con una mano lo que no le cabe y me masajea los testículos.

- Si sigues así te voy a llenar esa dulce boquita con mi semen.

Tararea, bombeando su boca sobre mi grosor mientras trata de meterla más profundo como la caprichosa que es provocándose arcadas que me comprimen el abdomen.

- Te vas a ahogar.

- Pero me gusta mucho.

El azul intenso de sus ojos se conecta con los míos cuando fuerza su garganta a abrirse para mi verga y la contrae logrando que libere la descarga que la alimenta. Traga todo lo que le doy y lame una última vez mi grosor antes de tenderse jadeante a mi lado.

- Te mantendría en esta cama – susurro en su oído – Tenerte aquí con nada más que placer.

Su cuerpo se tensa y sé que algo ronda su mente.

- ¿Vas a compartirme y mantener sumisas a tu alrededor?

- Ved'ma te follé. Te hice mía y de nadie más – mis dientes rozan su pezón – No pienso compartirte porque me perteneces solo a mí – subo hasta su boca y dejo que nuestros alientos se fusionen – Tampoco voy a follar sumisas porque no necesito de otras teniéndote a ti.