KINGDOM VIII

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Emma

La radiante sonrisa que cargo desde que desperté parece que no se quiere ir y aunque solo quiero quedarme en la cama para esperar al hombre que ahora es mi esposo, me levanto a tomar la ducha que necesito.

Me duelen las piernas y siento como si me hubieran golpeado repetidas veces con algo enorme por dentro <<Aunque técnicamente eso fue lo que pasó>>. Evito cojear por el dolor y la pegajosidad de mis muslos me recuerda el porqué de estar así. Una vez lista salgo de la habitación y me encamino al comedor para desayunar.

- Buenos días – me dirijo a Sasha y Aleska que ya se encontraban en la mesa, me devuelven el saludo cuando me siento e inmediatamente veo llegar a Domi y a Uriel con su esposa.

Este último me da una mirada divertida e insinuante.

- Espero que el Boss te haya dado un descanso.

Mis mejillas se enrojecen porque sé a lo que se refiere. Domi se ríe con el comentario mientras las hermanas solo niegan con la cabeza.

- No te avergüences Emma – habla la pelirroja con sorna – El afán solo lo notamos los invitados y la prensa.

Sasha me entrega una revista de entretenimiento y en la portada sale el momento exacto en que Ilenko me saca de la fiesta. Ahora siento como se me sobrecalientan hasta las orejas. Agradezco mentalmente a las esclavas que entran interrumpiendo el vergonzoso momento con los platos que empezamos a degustar.

El ambiente divertido se mantiene con los acontecimientos que empiezan a contar y que obviamente me perdí. Me río cuando hablan de la pelea que hubo por el ramo de novia y así transcurre el desayuno hasta que es momento de movernos a la sala para hablar de los negocios que tiene la Bratva en Rusia y que me corresponden visitar oficialmente como Королева. Planeo ir junto a Domi y Niurka cuando el ruso no pueda acompañarme.

La puerta de entrada es abierta y suspiro cuando percibo el aura poderosa que emana mi marido, el cual entra remangando las mangas de la camisa que viste hasta los codos. Su mirada conecta con la mía y al ver la seriedad de su rostro me doy ánimo mentalmente porque algo me dice que tendré que estar preparada.

- Emma, ven a conmigo – ordena sin siquiera saludar – No quiero que nos interrumpan.

Los que me acompañan asienten y lo sigo hasta su oficina. Entra después de mi dejando la puerta entreabierta, se quita los guantes, me señala un puesto frente a él y tomo asiento. Echa un vistazo alrededor detallando el espacio antes de sentarse.

No hay sonrisas, besos o miradas cómplices. El que me mire impasible envía pálpitos a mi caja torácica ya que me siento como una presa a punto de ser atacada por su depredador.

- Como nuevo miembro de mi organización, estás obligada a ofrecerme algo.

- ¿Qué...? – debe notar mi confusión porque me mira molesto.

- Todo el que entra debe traerme beneficios, así es como funciona esto. Por muy esposa que seas, las reglas se aplican por igual – sigo confundida.

- Nunca lo mencionaste y ... - vuelve a interrumpirme.

- ¿Hombres, dinero o estatus? – me mira fijamente – Eso me sobra aquí, así que... ¿Qué podría ser mejor que eso?

No entiendo a lo que quiere llegar si solo estoy aquí porque el irrumpió el día de mi boda con Cedric para tenerme como su... No me gusta el rumbo de esta conversación y menos al notar que no veo nada del hombre con el que me casé.

BOSS AND QUEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora