Rubius había estado pasando las últimas semanas en el gym, nunca supó porqué, pero en el fondo le dolió lo que vegetta le dijo. Era verdad que él no era una buena persona y sobre todo que no amaba a vegetta tanto como le hizo creer, pero no le importaba.
Porque en el fondo, cada persona es una mierda diferente, no importaba si quackity aparentaba ser el descendiente del mismo Dios, porque en el fondo era la perra más sensual del lugar.
A menudo se imaginaba una vida con él, como sería bailar suavemente con el menor pegado a alguna lencería blanca que pretendia ser inocente, tendría mangas sueltas a las muñecas y danzaría con ayuda de una barra de metal como en los bares.
Quizás gemiría su nombre mientras se deslizaba por el metal que hacía el frío tensar su pecho pequeño, Dios, él realmente se estaba excitando por ello incluso en el gym con una que otra persona notando como manejaba las pesas.
No le importaba luzu, no le importaba para nada que clase de mierda romántica le metiera en la cabeza porque quackity iba a seguir pensando en él, lo sabía, porque de alguna u otra forma estaban conectados, el tiempo iba a convencer al omega que rubius era su alfa.
Y luzu, vegetta, alexby, fargan, se iban a arrepentir una vez notar las fotos donde el chico se retorcía bajo su entrepierna, se iban a dar cuenta que no era más que un sucio adolescente precoz que quiso dar a luz un hijo solo por él.
-Rubius, hola- dijo Mangel poniendo su ropa sobre el bolso deportivo que yacía bajo sus pies, rubius dejó de lado las pesas tratando de disimular su parte baja.
Se acercó al chico peinando su flequillo sudado -¿Qué te trae por aquí?- preguntó bebiendo un sorbo de agua desde la punta de aquella botella -Bueno, quise inscribirme.
-Ya veo, mangelito doctor también quiere impresionar a alguien- Mangel negó.
-Nada de eso, casanova- rubius se exaltó, poniendo la botella de su agua dentro de sus bolsillos -Ella no es Lucía? Te ha estado viendo por un rato.
Efectivamente, era la hermana de luzu viéndolo con esas pintas de desordenado, era de decir que era una chica guapa, su ropa ajustada junto a las pequeñas colas debajo de su cabeza y ese rostro sudado que a la vez se ponía rosa por la repentina atención -¿Crees que me veo bien?
Preguntó y mangel sonrió -Te ves bien, pero cuidado con pasarte, luzu te mataría- claramente el tono era bromista, aún así, se imaginaba lo que podía hacer respecto a eso.
-Hey- Lucía estaba cerca del alfa peinando mechones de sus castaños cabellos detrás de su oreja, rubius podía oler su timidez.
-Hola, chica- rubius sonrió, con aquella apariencia inocente, peinó su cabello hacía atrás -Yo, yo te he estado viendo hace un rato, y me llamaste la atención.
El alfa río bajo con un tono dulce -¿Quizá es porque estoy todo sudado?- Lucía negó con la cabeza, sonrió amablemente.
-¿Puedo tener tu número?- rubius asintió, sacó su teléfono celular deslizándose hasta su número.
Rubius veía a la chica añadirlo con sus dedos temblando, Lucía no le atraía, ni siquiera un poco, pero era una opción de emergencia, en el fondo, cada vez que hacía cosas malas se sentía fragmentado.
(...)
Luzu sintió un escalofrío recorrer su espalda, era de mañana cuando vio el rostro pálido de quackity acurrucarse contra su pecho, estaban abrazados con pocas mantas sobre sus cuerpos por las temperaturas.
-Duck ducky- balbuceó pellizcando la mejilla izquierda del chiquillo quien de inmediató soltó una risita en voz baja.
-Y ese apodo qué- luzu se levantó alzando sus brazos lo más arriba posible torciendo sus huesos, estirando sus músculos, sonrió dejando un besito en la frente de quackity.
-Levántate, tienes cita con el dermatólogo- quackity talló sus ojos sentándose en la cama bostezando un poco y estirando sus piernas.
-¿Puedes ayudarme a vestir?- luzu arqueó una de sus cejas, más no protestó, en su lugar se levantó agachandose hasta la cómoda de la ropa.
-Ve a lavarte los dientes, ¿sí?- quackity asintió, se dirigió al baño para lavar su cara, al verse en el espejo no pudo evitar sentir un puñal entre sus pulmones, porque a él realmente no le gustaba verse a sí mismo.
Se encontraba asqueroso, infiel, sucio, degenerado, una zorra, una perra como tanto decía rubius, alcanzó una toalla mediana tapando el reflejo del espejo amarrandola contra el marco. Agarró el cepillo de luzu virtiendo un poco de pasta, sus dientes fueron tallados vagamente ya que no se podía ni quería ver en el espejo, en su lugar veía la toalla blanca tapándose.
-Eugh- escupió la mezcla de su boca enjuagando su cara con jabón, al menos podía disimular la cara de sueño que traía cada hora. Finalmente salió del baño apagando la luz y cerrando la puerta, se deslizó hasta el cuarto notando a luzu sacar
-Listo- luzu se volteó viendo al chiquillo con sus piernas desnudas casi moradas, hizo una mueca antes de cerrar la puerta de la habitación suavemente.
-¿Qué elegiste...- luzu no habló, comenzó a destapar el abdomen de quackity que tapaba con una de las camisetas grandes del alfa, el tacto suave hizo helar a quackity tensando la espalda y soltando aire por la boca.
-Elegí lo que creo que te gustaría- su piel desnuda daba asco, pero sí sentía las manos del alfa rodearlo comenzando a bajar sus pantalones le daba alguna especie de seguridad -Debiste haber elegido lo que tú querias.
No respondió, tan sólo pusó entre las piernas de quackity pantís negras seguramente para disimular las marcas, tan suave que hizo sentir una descarga eléctrica en su piel.
Luzu colocó un suéter gigante que cubría todo su cuerpo, llegaba unos centímetros bajos las rodillas, era blanco con algún que otro estampado de Taylor Swift en la tela -Lo siento por eso, mi ropa es oscura, la de alexby te queda bien y tiene una obsesión con Taylor Swift.
-Está bien por mí- entre su cuello fue puesto un pequeño collar de oro falso tan frío que sintió un escalofrío, sonrió dándose la vuelta.
-Me encanta- luzu sonrió a la par, abrazó al menor poniéndolo entre su pecho, quackity aspiró la vainilla incluso sintiéndose incompleto, inseguro.
ESTÁS LEYENDO
ᵍʰᵒˢᵗ ᵇᵒʸ.
FanfictionOdiaba lo mucho que necesitaba su tacto, cómo lo tocaba y sus insinuaciones, odiaba su olor o cómo forzaba a besarlo cuando estaban solos, odiaba que lo amará cada vez que le daba regalos o decía lo mucho que lo quería, odiaba que le gustaran sus ce...