《Segunda parte de "Will you kiss me or..."》
El amor no es algo de lo que Gustabo sea un experto, le resulta todo tan extraño que para este punto no sabe exactamente lo que siente.
Habían pasado dos semanas desde aquel peculiar momento con su entrenador en su oficina, si bien, al día siguiente actuaron como si nada, los encuentros entre ellos continuaron y eran cada vez más habituales, pero realmente no estaba seguro si hay sentimientos involucrados en esa extraña relación.
Su siguiente y último partido de la temporada tendría lugar la próxima semana y estaba bastante decidido a ganarlo, si lo lograba no solo tendría ese torneo ganado, sino que también obtendría los dieciocho puntos faltantes para lograr una clasificación al torneo internacional.
Había estado entrenando como nunca para recuperase luego de sus ultimos partdios que habian siodo humillantes. Su esfuerzo en la cancha se había multiplicado casi el triple y la confianza en sí mismo era cada vez mayor, parte del mérito provenía de Conway, quien lo había estado alentando bastante y de vez en cuando dándole un incentivo en la cama, pero de nuevo sus sobre pensamientos se intentaban mezclar con su determinación en la chancha y eso le comenzaba a molestar.
Cuando jugaba solía dejar todo afuera, sus ideas, su extraña relación con Conway, sus responsabilidades, todo, estando en aquel campo solo le importaba su raqueta, la red que lo separaba de su contrincante y la pelota, no hay más, o almenos no había más hasta que durante su último entrenamiento su mente decidió que era buena idea voltear de vez en cuando en dirección al entrenado quien lo observaba con la mayor seriedad del mundo, analizando cada uno de sus movimientos; es normal que lo observé, después de todo siempre lo ha hecho y solo es para ver sus errores o por el contrario decirle si lo está haciendo bien, pero cada vez que le dirige una mirada su mente divaga sobre lo bien que le queda el cabello desordenado, lo extraño que es verlo con camisa en un campo de tenis pero aun asi el cabron se ve increible, lo apuesto que es cuando tiene su cara seria o incluso en lo perfecto que es el cuerpo de aquel hombre.
—¡Gustabo, anormal!— No sabe que sucedió pero de un momento a otro el se encontraba en el suelo con un dolor de cabeza insoportable y Conway estaba agachado a su lado.
—Joder— Gustabo se quejo.
—Eres gilipollas. ¿En que coño estabas pensando? La pelota fue directo hacia ti y tu no moviste ni un dedo— Sus oídos zumbaban pero aún así podía notar el tono enojado de Conway. Lo único que cruzó por su cabeza fue en lo estúpido que era al haberse dejado llevar demasiado por su imaginación y distraerse en el entrenamiento al punto de que ahora tenía un enorme moreton en la frente por no haber golpeado la pelota a tiempo.
Sabía que seguir permitiendo a su cerebro fantasear con Conway durante los entrenamientos tarde o temprano le pasaría factura.—Levántate. Anda, vamos a la enfermeria— Se dejó llevar por Conway hasta la sala donde se encontraba una enfermera y se recostó sobre la camilla.
Era un completo idiota ¿Cómo coño se dejó llevar tanto? Ahora tenía que lidiar con la enfermera, y es que eso no era lo malo, lo que realmente le molestaba de ese lugar era tener que presenciar la forma ten descarada que tenía aquella mujer de coquetear a su entrenador.
Luego de tener a aquella mujer apuntando a sus ojos con una linterna que casi lo deja ciego, un montón de pruebas más para verificar que el golpe no le haya provocado una contusión, recibir una receta para disminuir la migraña repentina que le provocó el golpe y ver su intento fallido por invitar a Conway a cenar, por fin se pudo retirar.
La enfermera le dijo que almenos por los próximos dos días no podría entrenar, pero que se vaya a la mierda, no se puede dar ese lujo estando tan cerca del torneo internacional.
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One Shots [Intenabo]
FanficHistorias intenabo que se me van ocurriendo mientras escucho música.