▪︎Father in law▪︎

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A menudo, cuando las personas suelen pensar en una trágica historia de amor prohibido se le viene a la mente el clasico de Romeo y julieta, pues bien, esas personas no conocían a Gustabo y Conway.

Lleaban saliendo desde que se conocieron en el bachillerato, pero el padre de Gustabo nunca aprobó aquello, primero le costó aceptar que su único hijo era gay y ahora estaba en proceso de asimilar que tenía una relación de seis años con el hijo del hombre con el que tuvo serios problemas en el pasado. Su madre era otra cosa, a ella le parecía linda la relación que esos dos habían formado, eran tan diferentes que se complementaban a la perfección, de hecho, era ella quien los encubria en sus salidas.

Al señor Gracia no le interesaba que Jack estuviera estudiando y su futuro pintara muy bien, le daba igual que estuviera haciendo pasantias en el bufete de abogados en el que el trabajaba y se pasaba por los cojones su excelente expediente academico, no le interesaba, solo quería que se alejara de Gustabo.

Si por ellos fuera el señor Garcia no se habría enterado jamás de su relación hasta que no estuvieran casados y viviendo juntos, pero una noche y debido a un descuido los atrapó a ambos despidiéndose cuando Conway llevó a Gustabo a casa, si no fuera por que Gustabo no podía mudarse con Conway hasta que ambos terminaran su estudios y tuvieran un trabajo estable, ahora no tendrían que ocultarse como si estuvieran haciendo algo ilegal para que el papá de Gustabo no montara toda una escena.

Gustabo se encontraba en el escritorio de su habitación terminando de estudiar para sus exámenes de esa semana, habían sido unos días bastante cargados de tareas y proyectos de fin de semestre por lo que no había podido ver a Conway ni en los almuerzos.

Deseaba al menos hablar con el y así distraer su mente de la universidad. Frustrado, cerró lo ojos y soltó un largo suspiro, pensando en Jack y lo mucho que lo extrañaba, cuando escucho un pequeño golpe contra su ventana.
Rápidamente abrió sus ojos y miró hacia aquella dirección, consideró la idea de haber imaginado aquello, pero la curiosidad le ganó, así que se puso en pie y comenzó a acercarse lentamente a aquel lugar.

Cuando estuvo a escasos centímetros de la ventana, vio una pequeña piedra impactando nuevamente con el cristal, dio un pequeño salto del susto, pero luego vino una idea a su mente, una sonrisa se asomó por su rostro y rápidamente se volvió a acercar a la ventana, pero esta vez sin dudar la abrió.

Y como si de una invocación se hubiese tratado, ahí estaba Conway, debajo de su ventana esperando a verlo.

—Comenzaba a pensar que no abririas— Conway gritó, no lo suficiente para llamar la atención de los vecinos pero si lo justo para que Gustabo lo escuchara.

—Me asustaste, idiota. Dijiste que esta semana no podríamos vernos, se supone que deberias estar estudiando— Una pequeña risa salio de los labios de Conway y sin esperar alguna aprobación o petición comenzó a subir por las escaleras que por "accidente" Gustabo solía dejar ahí.

El rubio se hizo a un lado para dejarle paso a Conway y cuando por fin estuvo dentro de su habitación, no dudo en abrazarlo —No podía dejar de pensar en ti y lo mucho que te extrañaba, así que decidí mandar a la mierda los libros y vine a verte— Conway le dio un beso corto a Gustabo y luego lo llevó a su cama pera que ambos pudieran sentarse.

—Yo también te extrañaba— Los dos se tumbaron en la cama viendo hacia el techo mientras se tomaban de las manos. No necesitaban hablar o mirarse, con el simple hecho de sentir la presencia del otro tenían suficiente.

Después de un rato Conway fue el encargado de romper aquel silencio tan pacífico —Me estoy hartando de jugar a Romeo y Julieta— Gustabo volteo su mirada hacia Jack quien seguía mirando hacia arriba.

One Shots [Intenabo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora