▪︎Think I know where you belong▪︎

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Segunda parte de "The window"

El tiempo podía pasar demasiado rápido cuando estas con una persona que aprecias. En un abrir y cerrar de ojos Conway llevaba más de un año viendo a Gustabo por su ventana antes de ir a dormir.
Su particular forma de comunicarse mediante palabras escritas en un cuaderno para que el otro lo leyera continuo siendo su maraca personal, incluso podrían afirmar que hablan más de esta forma que por mensajes.

Las cosas habrian continuado de maravilla si no fuera porque una peliroja decidió entrometerse en la vida de Conway. La famosa capitana de porristas, de alguna extraña manera, había conseguido que Jack Conway saliera con ella.
En realidad eran una pareja demasiado cliche para funcionar, tomando en cuenta que Conway no tardo en ser aceptado en el equipo de fútbol del instituto a pesar de haber llegado a la mitad del curso, el chico tenía talento y eso ayudó a que en cuestión de semanas se le asignaba el rol de capitán. A pesar de que para algunos eran la pareja perfecta, para Gustabo no eran más que su guapo vecino cegado por la cara bonita de Julia. En realidad nunca había cruzado palabra con ella hasta que Conway se la presentó un día después de que comenzarán oficialmente su relación; la había visto algunas veces por los pasillos de la escuela presumiendo su uniforme de porrista, pero nunca le presto la suficiente atención como para emitir un juicio sobre ella, pero ahora le basto dirigirle un simple saludo y ver su sonrisa arrogante para saber que la odiaba. Quizás solo era que la personalidad de Julia no le agradaba, o tal vez eran los celos que trataba de ocultar junto a sus recién descubiertos sentimientos de atracción por Conway.

Ambos se había convertido en buenos amigos y con el paso de las semanas era cada vez más cercanos, al inicio solo acepto que le parecia atractivo pero entre mas hablaban, salian por las noches y se contaban cosas por la ventana, se vio en la obligacion de admitir que Conway le atraia más haya de lo fisico. En un momento estuvo casi seguro de que aquel sentimiento era correspondido, hasta que ella llegó.
Un tiempo atrás había notado los intentos fallidos de Julia por llamar la atención de Conway, todos habían sido en vano, algo que por dentro festejo, hasta que finalmente consiguió un avance al programar los entrenamientos del equipo de porristas a la misma hora que el del equipo de fútbol.
Con esto a su favor era inevitable que se encontrar. Gustabo aún desconocía como es que Julia convencio a Conway para que comenzarán a salir pero ya llevaban dos meses y contrario a lo que se podría esperar, el humor de Jack sólo había ido de mal en peor.

Había dejado de ver a Conway durante las clases ya que siempre estaba siguiendo a Julia como un perro y los únicos momentos en los que podían cruzar miradas eran por las noches a través de su ventana pero los mensajes con rotulador en algún cuaderno habían desparecido, no había nada más que un asentimiento con la cabeza por parte de alguno de los dos en señal de saludo para posteriormente cerrar las persianas.

Había estado dudando sobre enfrentar a Conway y preguntarle el porqué de su distanciamiento hasta que finalmente llego a la conclusión de que Jack no le debía ninguna explicación y podía hacer de su vida lo que le plazca, así que dejo pasar todo, no se entrometeria en su vida y se conformaría con las pocas ocasiones que podía verlo por su ventana.

Pero las cosas rara vez salen como planeas y la idea de Gustabo sobre no meterse en la vida de Conway se terminó el Juves por la noche.
El rubio se encontraba limpiando su habitación, no había abierto las persianas y probablemente no lo habría hecho si no fuese por los gritos provenientes de la casa de alado. Vacilo por un momento sobre mirar que estaba pasando con Conway hasta que finalmente no se pudo resistir y abrió disimuladamente las persianas.

Lo primero que logró ver fue a Conway sentado en su cama con uno de sus codos apoyado en su rodilla mientras que apoyaba su cabeza en la palma de su mano y su mano libre mantenía el teléfono pegado a su oreja. Se notaba la frustración en su rostro desde la distancia.

One Shots [Intenabo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora