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La Omega se Miró por décima vez en el espejo, y trató inútilmente de callar el grito de emoción.

--Me veo tan linda -- Dijo feliz.

El bañador azul le quedaba hermoso, comenzando desde la delicada forma de los tiros finos en sus hombros y el pequeño lazo sobre un mínimo escote que mostraba bajo sus bubys...

Hasta lo bien que se amoldaba a su cintura pequeña y luego se estiraba abrazando sus caderas voluptuosas.

--Mira que trasero, chica -- Se puso de lado apreciando la palidez de sus nalgas redondeadas y respingonas.

--¡Vamos tarde, Hye! -- Se apresuró al escuchar la exclamación de Débora y se colocó el cómodo vestido marrón junto a las sandalias blancas de Light que les quedaban un poco grande.

Igual le servirían para caminar, pensaba mientras bajaba apresurada las escaleras y acomodaba sus rizos largos en la espalda.

--Mira que preciosa estás. -- La mujer besó sus dos mejillas, haciéndola sonrojar de vergüenza. -- No seas tímida ahora, escuche claramente como allá arriba te idolatrabas a ti misma.

El calor le subió hasta las orejas...

-- ¿Y como no, Mamá? -- Light bajó las escaleras con un lindo vestido verde musgo que quedaba a la perfección con su piel como la nieve. -- Es la chica más hermosa del mundo.

Le sonrió con ternura y cariño a su dulce y tímida protegida.

--Ahora eres lesbiana -- Marco salió de la cocina entrando unas manzanas en la canasta. --Ya casense con ella.

Caminó hasta la puerta, y como todo un caballero esperó a que las hermosas mujeres salieran para cerrar.

-- Solo me tienes envidia, gruñon -- Débora y Light se rieron a carcajadas cuando la Omega se dió la vuelta golpeando al viejo en la barbilla con el pelo.

--Ya veras niña malcriada -- Soltó la canasta comenzando a correr atrás de ella.

La Omega gritaba riéndose con felicidad al sentir los pasos apresurados de Marco.

Pero este nunca sería capaz de alcanzarla, porque ella es una loba joven y rápida, y el humano.

--¡Ya! -- Abrazó al hombre cuando este dejó de correr agotado --Eres un viejito cascarrabias.

Lo ayudó a ponerse derecho para seguir caminando hacia el sonido de las olas.

Comenzaron a hablar en cuchicheos criticando a Light que solo rodaba los ojos y gruñia divertida.

--Son como niños -- Débora sonrió.

La mujer estaba tan agradecida con la vida y con Dios, por todo lo que le habían dado.

Desde que conoció al amor de su vida a Estado feliz a su lado, amandose más cada día.

Vivir en el hermoso pueblo y ser florista era su vida de ensueño, y aunque no pudieron nunca tener hijos, por una condición médica en sus ovarios.

El universo los bendició con la llegada a su hogar de su Hermosa hija, y ahora lo mismo con la Omega a la cuál le tenía un cariño enorme.

"Es una chica tan dulce, espero que la persona que la tenga sepa valorarla y darle más de lo que se merece"...

-- Mira, Hye -- Light interrumpió la conversación de los dos chismosos, y quitó las hojas gigantes de un árbol que no dejaba a la vista el hermoso lugar --Bienvenida a la playa.

La boca de la Omega casí tocó el suelo al ver el paraíso más hermoso del mundo.

--Es fantástico -- Rápidamente se quitó el vestido y las sandalias, corriendo hacia la orilla, sintiendo la calienta arena entre los dedos.

La Omega De La Reina Oscura {Próximamente en Edición} |G!P|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora