6

1.6K 112 16
                                    

"Tu alpha"

HYE

Trate inútilmente de calmar mi respiración y el agitado latido de mi corazón...

No podía.

El cuerpo de aquella mujer estaba hirviendo, casí le preguntó si se encontraba enferma, pero la vergüenza que me recorrió a continuación de seguro me puso la cara como un tomate.

Es nuestra alpha, mía y tuya...

La voz de mi loba se oía más soñadora que nunca, sentía como sonreía Embobada de una manera extraña que ni de cerca vi alguna vez en ella.

--¿Alpha...?-- creí haber formulado la pregunta en mi cabeza, creí haber estado teniendo una conversacion con mi pequeña loba, creí tantas cosas en ese instante... Menos que la pequeña sonrisa de lado en la ruda cara de esa gran mujer me iba a causar un estremecimiento vergonzoso en mi zona mas intima.

¨Tragame en este mismo momento tierra¨

--Si-- Su voz era algo de lo que no era capaz describir, solamente mi cuerpo tenia la seguridad de expresar el gusto que sentia al escucharla, y sentirla tan cerca de mi cara.

Con un simple roce de su boca y de seguro me derretiria como la mantequilla en un sarten caliente.

De repente me llego el recuerdo de que estaba arriba de ella, con mis muslos gordos y culo pesado agarrados a su cintura estrecha y dura, la verguenza me hizo aguar los ojos.

Siempre he tenido muy en claro que mi cuerpo deberia ser mas delgado de lo que es, aunque delgadez no es una palabra que vaya de la mano conmigo, y aunque no me siento avergonzada de mis curvas, y de hecho es algo que venero en mi, no puedo evitar pensar inseguramente de que mi peso le debe de molestar.

Así que rapidamente antes de arrepentirme y seguir queriendo estar tan cerca de esta desconocida alpha, apeo mi cuerpo de su alrededor, tomando una distancia de un metro...

Pero rapidamente eso vulve a cambiar cuando en un agil movimiento ella aprieta los dientes y me agarra de las muñecas halandome hasta dejar mi cara enterrada abajo de sus pechos.

En ese momento volví a odiar mi estatura, y de paso la de ella, no podia medir menos del metro con 90.

-- Cr-Creo que deberias soltarme.

--Y yo creo que tu deberias tener ropa-- Pego mas su cuerpo al mio, haciendome jadear sorprendida cuando algo realmente grande se preciono contra mi blando estomago--No quisiera matar a alguien por andar viendo lo que es solo mio, Mio.

Ok, pero ella tenia...

--Tu..

--Si, ahora es mejor que no vuelvas a intentar alejarte de mi, porque no quiero perder el control contigo... Aún no.

Tantas emocienes juntas me revolvieron el estomago, pense por un momento que el vomito iba a comenzar a salir de mi boca, pero fue mas sorprendente cuando comence a sentir el mundo dar vueltas y mis ojos cerrarse bañandome en la oscura inconciencia.

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

Una Omega

Rhea asintió igual de sorprendida que su loba, mientras acomodaba su gabardina negra sobre la pequeña lobita dormida.

Le molestaba tener que usar su magia en ella para poder llevarsela, pero era necesario.

Se estaba comenzando a ocultar el sol y no quería tener que luchar con ella para poder llevarla al calor.

"Yo soy su calor".

Su sonrisa se amplió feliz al sentirla acurrucarse en sus pechos poniendo su redonda cara dulcemente sonrojada contra la curva de su clavícula y cuello, la sentía olerla.

La sangre que recorría todo su cuerpo se concentraba sin compasión en su dura polla, el dolor placentero llenando su alma de felicidad al saber el porque de la causa.

Pero más era la molestia al sentir sus suaves y regordetas piernas desnudas tratando de ocultarse bajo la ropa de la Alpha, tratando de calmar el frío que comenzó a hacer.

Viendo en el cielo como una nube negra tapaba todo a su alrededor.

Así que trató de ser lo más rápida posible para llegar a su gran casa en cuestión de minutos, abriendo la puerta trasera que daba con la cocina justamente cuando las primeras gotas comenzaron a caer del cielo como filosas navajas.

Pasó rápidamente sin mirar a la mujer sorprendida que estaba cocinando algo que olía delicioso, y con una habilidad de subir las escaleras en 2 segundos, trancó con un movimiento de la mano todas las cerraduras de la gran habitación.

Mirala, Mira a nuestra Dulce Omega...

Nuestra

Bajó la mirada a la rubia hermosa, con su alborotado pelo rizado tapando incomodamente uno de sus ojos cerrados.

El olor de la Omega era más dulce que la misma azúcar, dulce como algo que debería ser y que era solamente para su disposición.

"Para tenerla solo siendo Mía", por un momento comenzo a sentir Celos de los futuros cachorros que iba a sembrar en su cálido vientre.

Pero el gruñido de advertencia de su loba la hizo caer en la realidad.

Sus cachorros, solamente de ella y su Omega.

No le debía molestar compartirla de momento con sus cachorritos.

Pasando su gran mano por su suave mejilla, despejando el cabello de su cara y observando sus regordetes labios rojos.

No pudo evitar pasar el pulgar por el suave labio de abajo, viendo complacida como la Omega correspondía a su tacto dejándose hacer.

Su mano descendió por su barbilla, fijándose en el lunar que le hacía recordar que era real y no una pequeña muñeca de porcelana.

Recorriendo su fino cuello y la curva del hueso de la clavícula en donde pronto su marca estaría siendo puesta y estaba segura de que su Omega la cargaria con amor y orgullo, igual que lo haría la alpha.

Mirando más para abajo su respiración dejó de funcionar correctamente cuando los pequeños pechos de su compañera saltaban felices con los pezones duros contra la tela azul del maldito traje de baño que traía puesto.

Y sin pensar en algún momento, sin sentirse ni un poco mal en que estaba tocando de más a su pequeña...

Dejó caer su gran pulgar en aquella piedrita sobresaliente, haciendo a la Omega saltar y soltar un pequeño sollozo necesitado.

Ahí en ese momento fue cuando la poca paciencia abandonó el cuerpo de Rhea...


Sigue.... --->>





La Omega De La Reina Oscura {Próximamente en Edición} |G!P|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora