Narra T/n

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Dumbledore me hizo practicar con Draco, al principio me dio miedo hacerle daño o equivocarme en algún hechizo, pero conseguí realizarlos con éxito ambos, sin embargo, mis fuerzas empezaron a fallarme ya que había usado demasiado mis poderes. Draco reaccionó al verme tan débil y lo primero que hizo fue irse a buscar algo para que repusiera fuerzas. Cuando se fue corriendo, sin darme oportunidad para rebatir, me quedé muy sorprendida "¿A qué venía esa preocupación?", de repente soy importante para él. Estaba sumergida en mis pensamientos cuando una voz me sacó de ellos.

-¿Ya has terminado T/n?.-

-¡AHH!, profesor me asusto.-

-Perdona pequeña, ¿Cómo te encuentras?.-

-Estoy un poco débil, sabe que cuando los utilizo mucho me debilito.-

-Si, ahora tienes que descansar, ¿Dónde está Malfoy?.-

-Me vio debil, asi que fue a buscarme algo para reponer fuerzas.-

-¿De verdad?.-

-Si, yo tambien me quede como usted, ¿Puedo preguntarle algo?.-

-Si, adelante.-

-¿Nos dejó solos a propósito?.-

-En parte sí y en parte no, en parte sí porque quería ver como te manejas con una persona; y en parte no porque sí que era verdad que tenía que ocuparme de unos asuntos.-

-He sentido cosas raras cuando lanzabas los hechizos.-

-Y yo te diré lo que sentiste querida: miedo, nerviosismo y alegría.-

-Y eso usted ¿Cómo lo sabe?.-

-Miedo; por si cometes un error y hieres daño a Malfoy, nerviosismo; porque para lanzar los hechizos tuviste que arrimarte a él ya que tienes que tocar las cosas para que el hechizo funciones, y alegría; porque estabas pasando más tiempo con el, que es lo que quieres pero no te atreves a pedirlo. ¿Estoy en lo cierto?.-, increíble, me quedé alucinada, había dado en el clavo.

Mire al profesor y dije que sí muy segura, era evidente Draco Malfoy me gustaba y mucho, pero tengo más orgullo que otra cosa asique dudo mucho que yo dé el primer paso. Mientras terminamos de hablar y Dumbledore me dio unos últimos consejos, Draco apareció volando en su escoba por encima de nosotros, y yo como una tonta sonriendo.

-Señor Malfoy.-

-Profesor, vine a decir que si me trabajo ha acabado me voy.-, la sonrisa se me borro de la cara, de repente ha perdido completamente el interés, yo no entendía nada.

-Draco ¿Qué te pasa?.-

-No me pasa nada, solo me molesta ser el conejillo de indias de esta sabandija, asique me voy.-

-¡Draco Malfoy discúlpate ahora mismo!.-

-No tengo porque hacerlo, yo soy así y ella es una sabandija y ahora me voy de aquí.-, estaba al borde del llanto, no podía creer que fuera tan borde.

Fui capaz de deducir que estaba fingiendo todo, con el disgusto que tenía me fui del campo corriendo hacia mi habitación.

-¡Señorita T/n! espere.-, no hice caso a la llamada de Dumbledore y seguí corriendo. El profesor se fue a su despacho, creyó conveniente dejarme sola para que me tranquilizara, ahora mismo solo quería ir a mi habitación y quedarme allí sin ver a nadie, no iba a ir ni si quiera a cenar, se me había quitado el hambre y me pesaba todo el cuerpo. Al final de tanto pensar y llorar más el cansancio que tenía me acabé quedando dormida.

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