Olimpia

Narra Astoria

Me encontraba en el pasillo, llegando a la clase de pociones cuando de repente vi a Draco Malfoy, el chico que me gustó desde que entré a Hogwarts. Nunca me atreví a hablarle por vergüenza incluso estamos en la misma casa y yo soy feliz con solo sentarme con él en la mesa del gran comedor, cuando le vi me escondí rápidamente, no quería que me viera estaba muy nerviosa pero pude apreciar que el estaba muy concentrado mirando algo, o mas bien alguien.

-Occultus.-, empleé este hechizo para poder acercarme y ver que estaba mirando. A medida que me acercaba mi corazón se aceleraba, estaba muy nerviosa por tenerle tan cerca aunque él no me viera.

Cuando llegué y contemplé lo que miraba pude ver que se trataba de la chica nueva practicando "¿Porque la mirara?", quizás para coger ideas de cómo se mueve y luego machacarla, pero no porque cuando me gire para ver la cara de Draco sus ojos brillaban y tenía una sonrisa de oreja a oreja, no puede ser LE GUSTA LA NUEVA.

Me quedé un rato observándola, esa chica tiene un poder espectacular, será muy difícil derrotarla, hasta que de repente Dumbledore vio a Draco y le llamó para que practicara con ella. Este se fue y los dejo solos, no podía ser verdad, la nueva estaba practicando junto a Draco, se acercaba mucho a él, compartían risas...lo que estaba viendo me enfadaba y me ponía muy celosa, pero afortunadamente para mi tuve una oportunidad. Vi que la nueva se debilitó y Draco fue a por algo para ella así que aproveche y me tome una poción anti jugos para adoptar la apariencia de Draco, cogí mi escoba y me dirigí hacia ella.

-Señor Malfoy.-

-Profesor, vine a decir que si me trabajo ha acabado me voy.-, la sonrisa se me borro de la cara, de repente ha perdido completamente el interés, yo no entendía nada.

-Draco ¿Qué te pasa?.-

-No me pasa nada, solo me molesta ser el conejillo de indias de esta sabandija, asique me voy.-

-¡Draco Malfoy discúlpate ahora mismo!.-

-No tengo porque hacerlo, yo soy así y ella es una sabandija y ahora me voy de aquí.-, deje a la nueva con la palabra en la boca y echa polvo, verás que rápido se le quitan las ganas de acercarse a Draco.

Después me dirigí a mi cuarto, ya no llegaba a clase de pociones así que me encamine a mi cuarto.