(NO) Podrás Amarme © [COMPLETO]

Capítulo 6

1 Mini Maratón 1/2

Me sobresalté al momento de escuchar abrirse la puerta, levanté la mirada y me quedé muy quieta cuando observé a Liz entrar a mi habitación.

—Hola, ¿tienes un lápiz para prestarme? Estoy aburrida y quiero dibujar algo.

Asentí con la cabeza, todavía alterada por su repentina aparición.

—Está en mi mesa de noche.

Con una sonrisita abrió el cajón y se llevó el lápiz, volví a respirar cuando cerró la puerta y me levanté acomodándome mi blusa blanca.

Faltaba media hora para que fueran las diez de la mañana, así que volví a cerrar la maleta que se encontraba tirada en el suelo y camine escaleras abajo.

—Hola —me saludó Matthew al verme, su personalidad era... especial, la mayoría de veces estaba serio, con un semblante frío y amargado, respondía con palabras cortantes y  otras veces era un poquitín más amigable.

—Hola —respondí a su saludo.

Como todas las mañanas caminé hasta la cocina, un completo caos era lo que había ahí.

Maggie estaba al pendiente de las tostadas —que por cierto, ya estaban quemadas—, Olivia repartía el café en las tasas mientras que Jay lo preparaba y Zack servía la comida en los platos.

Matthew se acercó y los ayudó también.

En cambio, yo noté una figura detrás de mi, voltee la cabeza y vi que era Cooper, que miraba atentamente el escenario que montaban todos ellos con una sonrisita de burla.

—Buenos días, Summer —habló cuando notó que yo lo miraba.

—Buenos días.

—Creo que deberíamos irnos.

—¿Qué?

Soltó una risa tierna y se colocó a mi lado, era mucho más alto que yo, me llevaba más de media cabeza y aunque me pusiera tacones, no lograría estar a su misma altura.

—¿Ya se te olvidó? Íbamos a salir hoy.

—Ahhh, eso. Si, lo recuerdo, solo que tengo muchas cosas en la cabeza hoy.

—Entiendo. ¿Nos vamos, entonces?

Asentí con la cabeza, pero no alcancé a dar más de tres pasos ya que una figura igual de alta que Cooper se paró delante de mi, como una niña pequeña, tuve que levantar la cabeza para verle directo a los ojos.

Aquellos ojos querían trasmitir algo, podía sentir que miles de cosas estaban contenidas, miles de sentimientos podrían estar contenidos en él, ira, tristeza, dolor y algo más... al igual que me pasaba a mí.

Pero en ese momento solo pude ser capaz de ver algo en él, enojo.

—¿Qué haces? ¿Te gusto, te debo, quieres una foto conmigo? —espeté, colocándome firme en mi lugar.

Zack retrocedió dos pasos al notar mi tono de voz y su semblante se relajó, aunque no del todo.

—Nada de eso —negó—. ¿Vas a salir?

Aquella pregunta me tomó desprevenida. ¿Por qué le importaba si iba a salir? Si, era solo una simple pregunta, pero me disgustó un poco el que quisiera meterse en mi vida.

—No te incumbe —respondí, rodeándolo y volviendo a caminar a la salida.

—Eres imposible —susurró de mala gana.

Me detuve de inmediato, a pocos centímetros de la puerta abierta, Cooper me esperaba apoyado con una brazo en la puerta del copiloto, estaba distraído mirando su teléfono.