Capítulo 10

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Recordaba cada detalle de se momento, cada sensación que me transmitía.

Aún podía sentir el cómo me envolvió entre sus brazos, fue un movimiento natural, ni siquiera parecía estar tenso.

Recordaba todas las miradas puestas en nosotros.

Los susurros de la gente, algunos emocionados y otros furiosos, pero yo no pude pensar por mucho tiempo más cuando un pequeño y sutil golpe en la cintura, me hizo prestarle toda la atención al chico que tenía en frente.

Cuando posó sus labios sobre los míos, fue cauteloso, y para mi sorpresa yo no me aparté, eso le dio un incentivo para seguir y besarme con profundidad. Esta vez me besó de verdad.

Mis brazos instintivamente le rodearon el cuello, mis ojos se cerraron y él subió una mano por mi espalda, atrayéndome a su cuerpo.

Seamos honestos, el beso no estaba nada mal, lo disfruté mientras duró. Ante los ojos de las personas podría parecer que llevábamos haciendo eso miles de veces.

Claro que no podía durar para siempre, escuchaba el sonido de las cámaras, estaban sacando fotografías con rapidez.

Zack despegó sus labios de los míos y me miró por unos instantes, no descifraba lo que él estaba pensando, tenía la misma cara amargada de siempre.

Creí que se mostraría arrepentido por lo que acababa de hacer, pero fue todo lo contrario, volvió a besarme, en el labio inferior, era un beso muchísimo más corto que el anterior y mucho más tierno.

Soltó mi cintura, se apartó y yo sentí que me iba a caer, inhale y exhale aire con rapidez, recuperándome de lo que acababa de pasar.

Recordaba que nos hicieron varias preguntas después, pero yo no contesté ninguna, mi cerebro no estaba en condiciones para eso. Por otro lado, cuando pasaron unos minutos, me sujetó y jaló de mi brazo, yo dejé que me guiara.

Así recuerdo que volvimos a casa minutos después, en completo silencio.

¿Y por qué digo que recordaba? Porque ya han pasado dos semanas desde eso.

No volvimos a cruzar muchas palabras después de... el accidente.

Yo no lo llamaría así. Admítelo, te gustó.

No, no me gustó. Para nada, pff.

Si, claro. Lo que tú digas, haré como si me lo creyera.

Mi conciencia era muy testaruda a veces.

¡Tu eres la testaruda!

Durante esos días solo hablábamos para saludarnos en las mañanas, o para responder cuando nos hacían alguna pregunta.

También hemos estado grabando para el programa, y claro que había sido difícil convivir con Zack. Después de todo, las cosas se volvieron más tensas de lo que ya eran.

Él no parecía tener la intención de hablar del tema y yo no quería ser quién lo sacara. ¿Qué se suponía que debía decir?

"¡Quiero repetir!" Me parece una buena opción.

¿¡Estás loca?!

Más bien, tú estás loca. Yo solo soy tu conciencia y tu consejera.

Si alguien escuchaba esas discusiones mentales que tenía conmigo misma, seguramente me catalogarían como loca en ese momento.

Estaba sentada en una silla, frente a la ventana de la gran casa, ese día en especial hacía mucho frío y como era habitual, me preparé un poco de chocolate caliente.

(NO) Podrás Amarme © [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora