(NO) Podrás Amarme © [COMPLETO]

Capítulo 22

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—Despierta, Summer —mi cuerpo se balanceaba a cada lado, pero mis ojos no querían abrirse por el sueño tan pesado—. Arriba, linda, ya es hora de despertar.

Solté un quejido, quería seguir durmiendo así que me cubrí con la cobija hasta la cabeza, escuché a Zack reír y sin previo aviso posó su mano sobre mi vientre y comenzó a hacerme cosquillas.

—¡Oye! —traté de que me soltara, pero mis intentos fueron en vano— Si sigues haciendo eso —no podía hablar bien por su culpa—, te juro que me enojaré mucho.

—¿No te gustan las cosquillas?

—Es obvio que no, suéltame te digo.

Zack se detuvo tal y como se lo pedí, solo que en lugar de dejarme libre, colocó sus brazos a cada lado de mi cabeza, quedando encima de mí, sin dejar caer todo su peso.

Sonrío de lado, sin dejar de mirarme fijamente con ternura, sus ojos brillaban. Esta es una de las cosas que más me agradan, sobre todo estando a solas, las sonrisas cálidas que recibía de su parte y los sentimientos únicos que lograba tener cuando estoy con él.

Solo bastó con que Zack bajara la cabeza unos centímetros para que nuestros labios se tocaran. El beso fue bastante inocente, más de lo que estábamos... mmh, bueno, acostumbrados.

—¿Quieres salir hoy? O si prefieres, podemos quedarnos aquí, solo los dos, tooodo el día.

—Suena tentador, solo que tenía pensado hacer otra cosa hoy.

Me miró confundido y acaricié su cabello, que le tapaba los ojos.

—Vístete. Irás conmigo.

—¿Voy a ir?

—Claro, mis planes te incluyen ahora.

Sonrío lo más que pudo con los labios unidos y la emoción contenida. Después de arreglarnos, caminamos hasta la planta baja, donde encontramos a Cooper acostado en el sofá y los demás chicos a su alrededor, viendo la televisión. Por lo menos habíamos conseguido llevarnos bien entre todos viviendo juntos.

—Deberían cambiar de habitación, desde que esos dos están saliendo —Mathew nos señaló—, el pobre Cooper no ha dormido en una cama decente por darles su espacio.

Jay soltó una mini carcajada y Olivia le dio un pellizco en el brazo para callarlo.

—Silencio todos. Sunni —llamó mi atención—, no te preocupes, no te reprocharé nada. Tú sigue disfrutando de tu luna de miel.

Me sonrojé y traté de ocultar mi cara con mi cabello, Maggie llegó en ese momento para salvar mi dignidad y desde ahí todo se volvió más tranquilo.

—¿Vas a desayunar?

—No tengo ganas, pero gracias Maggie —giré y le hablé a Zack—. Nos iremos dentro de un momento, aún no es la hora.

Me quedé junto a los chicos viendo televisión, Jay se quedó dormido desde que se sentó en el sofá, Cooper y Matthew miraban la pantalla, entretenidos en la serie que encontraron de algo sobre asesinos, no alcancé a entender muy bien. Zack, sentado a mi lado, tenía su brazo apoyado sobre el sofá, detrás de mis hombros y acariciando mi brazo.

Lo primero que escuché fue un estornudo que proviene desde el jardín, Maggie estaba cerca de las flores, ella era alérgica a algunas de ellas.

—Iré por el auto —asentí a lo que dijo Zack, a la vez que me levantaba del sofá.