𝓝𝓲𝓷𝓮𝓽𝓮𝓮𝓷. 𝓤𝓷𝓪 𝓪𝓾𝓽𝓸𝓫𝓲𝓸𝓰𝓻𝓪𝓯𝓲́𝓪

𝓔𝓼𝓽𝓸 𝓷𝓸 𝓼𝓮 𝓼𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓾𝓷 𝓱𝓸𝓰𝓪𝓻

Empaque mis cosas rápidamente, este lugar no se sentía más como un hogar.
Me lleve todo, deje los muebles vacíos y el colchón sin sabanas.
Ignore los gritos y las voces de fondo.
Intente que todo cupiera en pocas maletas y con mucho esfuerzo lo logre.
La puerta se abrió, era Henrry.

-¿a donde quieres que te vaya a dejar?

-no tienes que hacerlo, te vas a meter en problemas

-Pero ¿Cómo pretendes irte con todas esas maletas?

-Esta bien..

Le di la maleta más pesada, el la cargó y bajo por las escaleras después yo cargue todas las demás aunque Henrry insisto que no lo hiciera, no podría dejarle a el todas las maletas y baje por las escaleras, Henrry tenía razón no había nadie, la casa estaba en silencio.
Camine afuera en dónde mi hermano me estaba esperando con la cajuela de su auto abierta, puse las demás maletas.
De la ventana del segundo piso se asomó la mujer de cabello negro y rizado que se hacía llamar mi madre.

Ambos dentro del carro nos volteamos a ver, ahora menos me arrepentía de irme de este horrible lugar, sus palabras se incrustaron en mi corazón.
Henrry arranco el auto y salimos de la casa, ahí baje mi mirada a mi teléfono sabía a quién llamaría, estaba segura que me ayudaría en todo.
"Llamando a Metz 🍃"
Coloqué el teléfono en lo oreja mientras esté sonaba, esperando una respuesta.