Ya había regresado a casa, estaba cansada.
Entre a la casa y deje a coqueto en el suelo.
Henrry me abrazo por la espalda "Gracias por seguir aquí" susurró con la voz cortada, sabía que comenzaría a llorar, siempre tan sentimental.
"No tienes por qué agradecerme, estaré aquí a hasta el final" le conteste con confianza, el era mi hogar y yo era un hogar para él, por nada en el mundo me alejaría de él.
Subi a la habitación con coqueto detrás de mi, empuje la puerta y lo primero que vi en la mesa de noche había un ramo grande de Crisantemos rojos.
Asombrada me acercó a el ramo
Había una nota entre las flores y la tomo
"Felicidades por tu debut, ya tengo una copia de tu álbum, siempre te dije que tenías una voz muy hermosa, disfruta las flores gatita, nos vemos pronto..
—M"
La sonrisa se borró de mi rostro, hacia un año que nadie me había dicho "gatita" y solo había una persona que lo hacía pero ¿Qué probabilidad había de que fuera ella? Además ¿Cómo se atrevía a decirle así después de todo?
A un lado de las flores estaba una caja de color negro con corazones rosas como estampado, la abri. Adentro habían donas glaseadas y roles canela. No los probe.
Suspire y se sentó en la cama, arrugue la hoja y la tire a el suelo con rabia no había manera de que fuera ella.
Mire las flores de nuevo, mierda.
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𝓝𝓲𝓷𝓮𝓽𝓮𝓮𝓷. 𝓤𝓷𝓪 𝓪𝓾𝓽𝓸𝓫𝓲𝓸𝓰𝓻𝓪𝓯𝓲́𝓪
Teen FictionAhora que mis padres murieron y que los hermanos Lion están reunidos y felices, es momento de contar todo lo que ha pasado, todo lo que esconde debajo del perfecto manto de los grandes compositores y cantantes Lion.
