𝔂𝓸𝓾𝓻𝓮 𝓪 𝓶𝓸𝓷𝓼𝓽𝓮𝓻 𝓯𝓻𝓸𝓶 𝓱𝓮𝓵𝓵

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Recuerdan a mi ex?
La productora súper importante que era amiga de mis papás?
Que le dobla la edad?

Ella y yo volvió a buscarme, yo volví a caer en su juego.

Por qué estaba sola y despechada. La volví a ver en una fiesta. Bebimos. Nos besamos.

Me fui a vivir a su casa unos meses.
Pero hubo una pelea en especial que derramó el vaso

Metz (mi mejor amiga) estaría grabando su primer álbum de estudio había tardado en debutar pero era un monstruo cantando y estaba segura que seria un boom.
Llevaba mas o menos dos horas afuera de la cabina ayudándole con lo que sea que necesitara, escuchándola cantar y haciendo los background vocals
si es que era necesario.
Alguien toco la puerta del estudio con mucha molestia, me levanté a abrir encontrando la sorpresa de que era Michelle, muy molesta.

-Te estuve llamando al menos una hora ¿por que no me contestas?

-Tranquila, estoy ayudando a Metz con su música, deje mis cosas en el auto de Metz... lo siento.

Michelle me tomo bruscamente del brazo para salir del estudio incluso de la empresa, ahora estabamos en el estacionamiento.

-No te importo ¿verdad?

-Chelle, entiende que estaba ayudando a Metz.. ni yo hice este drama cuando te desapareciste por años.

-¿La dramática soy yo? Estas loca.

-No me hables así

-Yo debería de estar más enojada, estuve trabajando días y noches mientras tu estabas haciendo quien sabe que con otras personas ¿Eres una puta de nuevo verdad? Desde que te dejo ese chico

Perdi la cabeza

-¡No me hables así!

Michelle todo este tiempo mantenía un semblante serio  y sin pena alguna me soltó un cachetada con la palma extendida, no tuve tiempo de reaccionar por que Michelle ya me había tomado del rostro bruscamente para acercarme a ella.

-Yo te hablo como quiera por que eres mía ¿Oíste? Eres mía y de nadie más, no eres ni de tus ligues ni de Jack ni de nadie. eres mía y yo te hablo como se me pegue la gana.

Michelle había hecho eso y muchas otras cosas cuando estábamos en una relación cuando era muy joven. Ahora no, no volvere a dejarme que ella haga lo que quiera conmigo, ya no soy una niña.

-¡Terminamos!

Ambas nos vimos por unos segundos hasta que Michelle se dio la vuelta para subir en su auto e irse. Me quede sola en el estacionamiento.

𝓝𝓲𝓷𝓮𝓽𝓮𝓮𝓷. 𝓤𝓷𝓪 𝓪𝓾𝓽𝓸𝓫𝓲𝓸𝓰𝓻𝓪𝓯𝓲́𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora