Capítulo 32

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Narrador Omnisciente 

Una de las tardes del verano Astoria se encontraba caminando por las calles de Londres, Astoria solo tenía en su mente lo que había visto hace un par de minutos, su amada T/N había llevado a Daphne a una de sus citas habituales, entre las cuales Astoria se encontraba debido a que esta vez habían decidido hacer un picnic en el jardín de la mansión Greengras. Después de contener sus celos y aún más el enojo que sentía hacia su hermana como a T/N, al fin había logrado distraer a sus padres y escapar de la mansión. Mientras caminaba en dirección a la heladería que alguna vez fue uno de los lugares mas visitados por ella y T/N, encontró a nada más y nada menos que el mellizo de su amada, bueno... por lo menos lo que todos creían. Draco se encontraba sentado en la heladería comiendo un gran helado de fresa mientras a su lado tenía un periódico el cual probablemente detallaba todo lo que sucedía en el ministerio, Astoria caminó en dirección al callado y engreído hermano de T/N y se sentó frente a el llamando su atención. 

Astoria: Hola Draco -saludó- ¿Qué haces aquí solo? 

Draco: Desde que mi hermana sale con la tuya ya no pasa tanto tiempo conmigo así que decidí salir un momento de la mansión, además no se siente bien estar ahí... -miro a Astoria entrecerrando sus ojos- ¿Y tú? 

Astoria: Tenía que escapar de la gran cita de Daphne -levantó una ceja- además creo que ya llegué al limite viéndola feliz mientras yo sufro...

Draco: No deberías sufrir por nadie Astoria -la chica lo miró extrañada pues Draco defendería a su hermana aún cuando ella hubiera asesinado a alguien- hablo enserio... eres más que la segunda opción de alguien, sobre todo de mi hermana... -añadió Draco recordando como su hermana jugaba con los sentimientos de ambas chicas- 

Astoria: Lo se, pero la he amado desde... siempre, supongo... -respondió la chica mirando al suelo- 

Pero  Astoria sabía que era verdad, primero T/N la vio como su mejor amiga y luego cuando al fin podían llegar a ser algo, T/N no la pudo esperar. Las palabras de Draco rondaban su mente mientras miraba al engreído chico que ahora parecía interesarse en sus sentimientos cuando antes apenas y le dirigía la palabra. Miró un par de segundos a Draco y sintió como si su corazón comenzara a latir con fuerza, Draco el chico que no demostraba emociones ahora tomaba su mando por encima de la mesa, Astoria no quiso alejar su mano de la del chico, aunque no era T/N se parecía tanto a ella que esos ojos grises la embobaron al igual que los de ella. 

Draco: Vales más de lo que crees Astoria -mencionó mostrando una sincera sonrisa algo que confundió más a Astoria al notar como volvía a sentir un vuelco en el corazón- 

Astoria: Draco... 

Draco: Se que no la has olvidado -añadió- pero cuando lo hagas estaré ahí para ti... como amigo y como tu lo decidas 

Astoria: Gracias...

Draco: No tienes por qué agradecerme, ahora vamos a comprar un helado para ti -dijo levantándose de su asiento- vainilla con chispas de chocolate ¿no? -Astoria asintió sorprendida- entonces espérame aquí, tendremos un gran día olvidándonos de todo lo que nos hace daño -dijo antes de mostrar una sonrisa y salir en búsqueda del helado favorito de Astoria. 

Después de eso ambos chicos comenzaron a salir durante varios días en los que T/N y Daphne decidían tener sus citas o simplemente cuando querían verse. Era extraño que Astoria estuviera pasando por la misma situación que T/N cuando conoció a Daphne, pues ahora se encontraba cada vez más atraída por Draco. Aunque sabía que muy dentro de ella que sentía tal atracción debido a que mientras más pasaba con el más podía recordar a su T/N, tenían gustos muy parecidos, además de que cualquiera podría decir que eran físicamente iguales, además... después de todo Draco era lo más cercano que tenía de ella. 

Mírame como yo a ti (Astoria y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora