Mis Errores, Tú y Yo

Treinta y uno

Jake:

Hoy es el día en que me casare, nada es como lo pensé, como lo imagine cuando compré aquel anillo para Lilith.

Ni siquiera se parece un poco a la sensación de pedirle matrimonio a Allison, esto es distinto, es una tristeza tan profunda que no puedo ocultarla.

—Me parece increíble la cara de funeral que tienes — escuché a Verónica, la mamá de Zoe detrás de mi

—Estoy preocupado por Zoe y el bebé, esto no me parece prudente — trate de justificarme

—¿Crees que no vimos las fotos? No se porque Zoe insiste en esta boda — negó varias veces y camino lejos de mi

Respire profundo

Verónica, a diferencia de Laurent, el padre de Zoe que no opinaba. Solo se limitaba a asentir cuando su esposa decía la más mínima cosa.

Los invitados llegaban, la hora inevitable se avecinaba, mis manos sudaban, estoy tan nervioso y Esteban no llega.

Doy veinte vueltas y saludó a la gente que va llegando. No puedo estar quieto.

—Viejo, ya estoy aquí — escucho a Esteban

—Gracias por venir — lo abrazo

—Me tarde porque tuve que convencer a alguien — se hizo a un lado para que viera

—Madre! — me acerque a ella

—Aunque está sea la peor equivocación de tu vida, estaré apoyándote — me abrazo

Agradecí tanto que ellos que son dos de las personas más importantes de mi vida están aquí.

Todos estábamos acomodados en nuestros lugares esperando la indicación para que Zoe entrara y casarnos.

Vi a Esteban acercarse

—Tienes una llamada — me dio su celular

Mire el teléfono y de inmediato respondí

—Hada... — caminé lejos de ahí para que nadie me escuchara

—Mi príncipe... aún estás a tiempo — escuché su hermosa voz

—Dime que aún estás en Londres — dije con un hilo de esperanza

—Aún estoy aquí, preparando mi maleta para mañana — respondió

Pase una mano por mi cabello, no sabía que hacer, debía tomar una decisión, aún estaba a tiempo.

—¿Donde estás? Iré contigo, iré a donde sea que tú vayas — no pensé demasiado

—Cuelga ese maldito teléfono — escuché a Zoe

Me giré para verla

Todo se nubló