[COMPLETADA]
El es un escritor ermitaño, hundido en su soledad.
Después de una desafortunada relación se sumerge aún más en su tristeza, hasta que una mujer llega a su vida a desordenar cuanto encuentra en su camino.
Evidentemente sus intenciones...
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Lilith:
Él correspondió a mi abrazo para después de algunos segundos separarnos
—Me alegra haber podido ayudarte, pero cuéntame, ¿Ya lo dejaste? — cuestionó
Me senté de vuelta en la silla frente a él y suspiré pesadamente
—Al día siguiente volvió, me dio la golpiza de mi vida — mis ojos se llenaban de lágrimas al recordarlo — estuve dos semanas en el hospital y perdí tanto
—Lo siento...— apretó mi mano ligeramente
—Gracias, finalmente lo denuncié y ahora está en prisión — suspire — pero cambiemos de tema
—Me alegra, dime ¿Cuál es tu nombre? — preguntó
—No te lo diré — sonreí
—Entonces ¿Como te dire? — enarcó una ceja
—No nos diremos nuestros nombres, no quiero llamarte como te llaman los demás — me acomode en mi asiento — te quiero poner un nombre que signifique algo para mi, uno que solo yo conozca. Y tú harás lo mismo conmigo
—¿Ponerte un nombre que solo conozca yo? — pregunto
Asenti
—Pero ahora no... cuando nos conozcamos mejor — ordene
Ambos nos reímos
—¿Crees que estoy demente? — segui riendome
—¿Estas demente?— me miro fijamente
—Puede ser — me encogí de hombros — ¿Importa mucho?
—No importa, es un gusto conocerte oficialmente... seas quien seas — asintió
—¿Te gusta ir a los parques? — pregunté de pronto
—Hace mucho no voy a uno, pero sí — podía notar el desconcierto en sus ojos
—Amo ir a los parques y ver a los niños jugar — suspire — sin conocerse juegan... y no se, cuando te vi, pensé que quiza querrías jugar conmigo. Me impacta la facilidad que tienen los niños para hacer amigos, quiero jugar a eso
Realmente no sabía que decía, solo quería tenerlo frente a mi el mayor tiempo posible.
Me lo inventaba mientras hablaba, pero él parecía un hombre de rutinas, quizá sería divertido poder inmiscuirme en alguna de ellas.
—Perfecto ¿Cómo se juega? — me dedicó una ligera sonrisa
—No te daré mi teléfono solo quedaremos en algún sitio un día y una hora que nos quede bien — me encogí de hombros
