three

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—¡Buenos días alegría!

Iván suspiró, dejando de lado lo que estaba haciendo para prestar atención al muchacho que se postró ante sus ojos oscuros. —Buenos días, Rodrigo.

—Hoy te traje una ensalada de frutas, una speed, doritos y una pulsera que compré en la tienda de la esquina— sonrió, con esa sonrisa luminosa que Iván aseguraba que brillaba más que el sol.

Le extendió el obsequio, que yacía cuidadosamente guardado en una pequeña bolsa de papel que estaba decorada con dibujitos de cars.

El contrario tomó la bolsa y rascó su nuca, sin saber muy bien qué decir o hacer, de cierta manera, se sentía incómodo recibiendo tantos regalos, estaba atiborrado de cosas y eso le hacía sentir que sólo era un interesado. —Gracias.

La sonrisa de Rodrigo se desvaneció al igual que sus ánimos, notando al instante lo incómodo que estaba el más alto con su presencia, dió unos cuantos pasos hacia atrás de espalda y ladeó su mano derecha de un lado a otro, —hablamos en otro momento— murmuró, un poco desanimado.

—Ah, claro, adiós.
«¿Ahora qué pasó?» estaba confundido, y mucho, ¿había hecho algo mal acaso?

only two weeks.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora