only two weeks.

two

Iván había olvidado leer la carta que Rodrigo le había escrito. Mientras comía los doritos que le obsequió el día anterior, desdobló el papel cuidadosamente y leyó el contenido de éste.

«Ni siquiera el sol brilla tanto como tu sonrisa.
Que es muy difícil de ver, por cierto, pero las pocas veces que pude contemplarla, me quedé completamente asombrado. ¿Por qué existencia es tan hermosa? Me pregunto, y no logro hallar respuesta.
Mi corazón necesita una respuesta, porque está cansado de derretirse por un corazón que no lo quiere.»

Rodó los ojos, no podía evitar sentirse empalagado por las palabras que yacían allí, sin embargo, en un rincón de su mente, había guardado esa linda –aunque no lo admitiera– carta.

—¡Hey! Nuevo día, nuevo regalo— la voz chillona de Rodrigo se hizo presente e Iván guardó con rapidez la carta, evitando que éste la viera, le avergonzaba. —Imprimí el código de la playlist que te hice, puedes escanearlo... También compré algunos dulces ácidos, algunos snacks picantes y papitas de limón, porque son mis favoritas.

El apodado «Spreen» escuchó con disimulada atención a todas sus palabras, asintiendo cada cinco segundos y examinando la caja, que estaba decorada con temática de minecraft.

—También te compré peluches y figuritas de minecraft, igualmente, agregué tu bebida y dos bolsas de doritos grandes, ya que no puede faltar— sonrió en grande, bastante emocionado por todo lo contado anteriormente, —¿quieres salir el sábado? Habrá un concierto de Robleis, compré tu entrada, si no mal recuerdo, una vez, mientras charlabas con Nico a mi lado, mencionaste que siempre has querido ir a uno de sus conciertos.

—Ah... Claro, gracias.

—¡Muy bien! Nos vemos mañana, disfruta tu merienda, chau— se despidió con un movimiento de mano y entró a paso rápido al edificio. Iván suspiró, anonadado por todas las cosas que le había obsequiado.

Al parecer sí le gustaba a ese chico.