☃; Aún no termina el año - VKook [뷔국]

UNO

Jungkook caminaba en silencio por el parque disfrutando de la brisa chocar sobre su rostro.

Cada vez estaban más cerca de Navidad. Las calles ya eran decoradas con copos de nieve y luces en relación al festivo.

A Jungkook le encantaba aquel ambiente...

Suspiraba en silencio mientras caminaba.

El día siguiente, debe presentarse a varias ofertas de trabajo que lo esperan. Quería despejar la mente y relajarse. Quería olvidarse de la situación. Goongmin le obligó a salir de la casa porque le pidió tiempo solo.

En un instante, se le cayeron las llaves de su casa del bolsillo.

Se agachó para cogerlas, pero fueron movidas por el viento. Bufó molesto y se acercó más.

Cada vez que se acercaba, era más movido por el viento, hasta que chocó la cabeza contra una farola.

—¡A-ah! —se quejó.

Cogió sus llaves del suelo y se puso de pie nuevamente.

Había llegado a un punto en el que el frío era demasiado. Ya no sentía los dedos de sus manos.

Camino a casa, se cruzó con un niño que lloraba.

No era capaz de ignorar algo como eso, así que se acercó al niño.

—Hola. ¿Qué te pasa?

—Tenía dinero para ir a comprar un regalo de cumpleaños para mi papá... —sorbió por la nariz mientras se limpiaba las lágrimas. —Y se me ha caído... —comenzó a llorar otra vez.

—No llores... —dijo sintiendo su corazón doler. —Te puedo reemplazar el dinero si gustas, y te acompaño hasta allí para asegurarme de que no lo pierdas. ¿Qué te parece?

El niño, asintió con la cabeza mientras Jungkook le limpiaba las lágrimas.

—Vamos antes de que anochezca. Ya está oscureciendo un poco...

Se levantó y se limpió la ropa.

Le tomó de la mano, y empezaron a caminar.

Por el camino solo habían sido risas y felicidad entre ellos.
  
 
(...)
 
 
Saliendo de la tienda riendo.

En la salida, se cruzaron con un señor que llegaba corriendo.

—¿Te sientes mejor? —preguntó.

—Sí. Muchas gracias señor. Me ha ayudado mucho.

—No me llames señor... Me siento viejo así. —dijo mientras sonreía. —Puedes llamarme Jungkook.

—Quiero llamarte Kook. —sonrió.

—¡Jun! —gritaba aquel señor.

—¡Papá! —corrió hasta él con un sonreír y los brazos extendidos para abrazarse a él.

Su padre lo abrazó y seguidamente lo revisó con prisas, preocupado.

—Papá, estoy bien. Mira, tengo el regalo de cumpleaños para papi. —sonrió mostrando el peluche.
  
—¿Cómo has llegado hasta aquí tú solo? ¿Tienes idea de lo peligroso que ha sido? —acariciaba su rostro.

—Pero papá, me ha acompañado Kook.

—¿Quién es Kook?

Jun señaló a Jungkook mientras reía divertido.

Aquel hombre caminó hasta Jungkook con una sonrisa y extendió su mano.

Jungkook, aceptó el apretón.