VEINTIUNO

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Jimin tocaba el timbre de la casa de Yoongi repetidas veces, esperando a que le abra. Le había pedido que porfavor venga a su casa, porque quería pasar tiempo con él.

—Hola. Perdón por no pasar a recogerte.

El menor no pudo evitar sentirse importante, y corrió a abrazarlo.

Le era inevitable enamorarse cada vez más por cada cosa que hacía o decía.

—Me gustas mucho... Es inevitable...

Yoongi sonreía mostrando sus encías.

—Solamente te he llamado para hacerte el amor. —lo cargó en brazos. —¿Quieres que te haga el amor, mi vida?

Jimin sonreía lentamente mientras asentía y se abrazaba a él.

—Sí... Hazme tuyo... Hazme sentir bien... Te necesito.

Hablaba con sinceridad, desde el fondo de su corazón. Deseaba con todo su ser que pose sus labios en todos los rincones de su cuerpo, que lo toque y lo haga sentir bien.

—Seguramente te parezca todo muy raro, pero yo sólo quiero hacerte el amor y decirte que te amo, para prometerte que siempre te querré.

—Yo sé que tú me quieres, por eso yo te quiero más...

Yoongi besó su cuello y seguidamente cerró la puerta de una patada. De inmediato empezó a besar a Jimin.  Subía las escaleras mientras adentraba una mano dentro de la camiseta del menor. Mientras tanto él le desabrochaba los botones de la camisa con prisas. Separaba el beso, relamía sus labios y volvía a besarle. Abrió la puerta con prisas, y para cuando tumbó a Jimin en la cama, él ya estaba sin camisa y el menor también. Se colocó encima suyo y atacó sus labios de una manera feroz a medida que le quitaba la ropa.

Ya desnudos, solo estaban pendientes de tocarse con deseo. Jimin rodaba los ojos y se mordía el labio inferior al sentir como Yoongi masajeaba su cabello con las manos, y a la misma vez masajeaba su cintura a medida que su lengua rozaba sus botones, dándole un placer impensable.

—¿Me permites hacerte el amor de una manera salvaje?

—Porfavor... —decía evitando sonrojarse por como lo miraba.

Además, observaba el cuerpo de Yoongi, con un dragón chino tatuado en toda la espina dorsal y una cicatriz en el abdomen que a saber por qué se le hacía atractiva.

Tampoco podía fingir no darse cuenta de cómo palpitaba su pene. Era largo y venoso. Solamente podía pensar de que eso en su interior le causaría tanto como dolor y placer.

—Te ves jodidamente bien... —se acercó a su oído, y le susurró: —Tu cuerpo es una reliquia, mi reliquia. —lamió su oreja.

Jimin sintió una adrenalina atacar su cuerpo con prisas.

—Joder... Esto es serio. Ya no sé si te quiero follar o hacerte el amor. —rió.

—¿Por qué no me follas mientras me expresas lo mucho que me amas...?

—Me parece perfecto... Por ti lo que sea.

Unieron sus bocas en un beso necesitado con lengua, salvaje y lujurioso.

La mano de Yoongi se deslizaba por el abdomen de Jimin mientras la otra aún estaba en su cintura, hasta que llegó a su pene.

Empezó a masajearlo, complaciendo al menor.

—A-ah...~ —miró a su novio mientras arqueaba la espalda lentamente.

—No te calles. Podría escucharte toda la noche.

☃; Aún no termina el año - VKook [뷔국] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora