CUATRO

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Sentía sus pulmones volver a la normalidad y ahí fue cuando se sentó en un banco.

No quería volver a casa.

Solamente pensaba en cómo empezarían a ser las cosas a partir de ése momento.

Su vida ya no tendría color, ya no tendría la misma alegría y la misma forma de pensar o razonar.

Su positividad jamás volvería a ser la misma.

Se maldecía mil veces por haber aceptado salir con él a pesar de saberlo todo desde un inicio.

Deseaba haber pensado en qué sucedería en un futuro. Esas fueron de sus peores decisiones...

¿Qué le diría a su madre?

Su madre adoraba a Goongmin con todo su corazón, como si fuese su propio hijo, como si compartieran el mismo vínculo de sangre.

A su madre le dolería tanto saber que le acababa de ser infiel...

No se veía capaz de decírselo. Su madre rompería a llorar como nunca antes lo había hecho. Incluso podría tener un infarto al corazón instantáneo...

Jungkook comenzaba a pensar.

Entonces, le llegó una pregunta a la cabeza: ¿Por qué Goongmin nunca apareció en el hospital...?

Entonces se dio la respuesta él solo.

Aquella prenda de ropa interior roja que le decía que era para él.

Por qué le desaparecía dinero de la cuenta bancaria.

Todo empezaba a tener sentido y lógica y le empezaba a doler darse cuenta tarde. Ya era tarde para hacer algo.

Lloraba en silencio mientras sentía el pecho vacío.

Llorar empezaba a sobrar, porque no le servía para desahogarse. Era innecesario.

Pasaron las horas, y se sintió más calmado. Despejó más su mente.

Cuando trataba de levantarse, se le debilitaban las rodillas, causando que se vuelva a sentar.

Quería irse a casa, pero le era imposible.

Había demasiado frío que no se podía mover de donde estaba. Se dejó la chaqueta porque salió sin pensar.

Sentía su cuerpo congelarse.

Cuanto más tiempo transcurría, más brisa había, haciéndolo querer desmayarse y caer rendido.
 
 
(...)
  
 
Taehyung caminaba con prisas dentro del parque, porque mientras paseaba vio la figura de Jungkook.

Quería ir a hablarle antes de que se vaya.

Pero no le sorprendió ver a Jungkook. Le sorprendió ver como estaba.

Lo vio con lágrimas en los ojos y caminando sin energías. Se desequilibraba mientras daba pasos débiles.

Entró al parque, y se lo encontró tumbado en el suelo, apunto de desmayarse.

—¡Jungkook! —corrió con velocidad hasta él. —Jungkook. ¿Qué te pasa? —lo cargó. —Jungkook. —caminaba con prisas hasta su coche. —Jungkook, porfavor respóndeme.

Abrió la puerta de su coche y metió a Jungkook.
 
—Porfavor, resiste. —pidió. Puso una mano en su frente para comprobar si lo que tenía era fiebre. Sintió su frente helada. Tocó sus manos y su cuello. —Por Dios... Estás helado... —cerró la puerta del coche y lo rodeó en un instante.

Se sentó en el asiento del conductor, y empezó a conducir en dirección a su casa.

Conducía con velocidad, poniéndose nervioso porque había mucho tráfico. En momentos como esos y en los semáforos miraba a Jungkook.

☃; Aún no termina el año - VKook [뷔국] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora