Capítulo 2.

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Los padres de Jeno fallecieron en un accidente de auto, dejando a su hijo unigénito huérfano.

Lee Jeno tenía tan solo 12 años cuando los empleados de su casa le avisaron que sus padres habían tenido un accidente mientras volvían de uno de sus muchos viajes de negocios. Eran dueños de varias marcas de ropa bastante reconocidas, el pequeño Jeno no supo cómo ni por qué sucedió aquel trágico accidente que le arrebató a mamá y a papá.
Lo único que pudo hacer fue dormir en la cama de sus padres y llorar porque nunca más volvería a verlos

Nunca se supo la verdadera razón del deceso de los señores Lee, aquel suceso quedó marcado como un "accidente de auto", que cobró dos vidas.

A partir de ese momento, Jeno, tuvo que truncar su adolescencia, dejó a sus amigos del colegio atrás, dejó de pensar en salir a correr y jugar con sus amigos, dejó atrás los besos de mamá antes de dormir, los juegos a las luchas con papá y las salidas en familia que habían sido tan recurrentes.
No tuvo tiempo para llorarle cómo era debido a sus difuntos padres, no le permitieron verlos así que tampoco pudo tan siquiera decirles adiós. Pero si escucho hablar a la gente que trabaja para sus padres decir que ambos habían quedado irreconocibles, pudieron identificarlos porque ambos portaban sus papeles e identificaciones.

Jeno ni siquiera pudo al menos organizar una despedida para ellos pues era tan solo un niño.

La mano derecha de su padre, Moon Taeil, fue quién se encargó de darle sepultura a los padres del pequeño. Jeno simplemente permaneció en casa al cuidado de la señora Hye y luego de unos días, Taeil lo llevo a la tumba de sus padres, simplemente para que supiera dónde estaban ahora sus cuerpos.

Toda la herencia de los Lee, cómo era de esperarse pasó a manos de Jeno, pero este a su corta edad no tenía ni idea de qué debía hacer ahora.

Lo único de lo qué con certeza tenía noción era que debía cuidar de todo por lo que sus padres habían trabajado. Recordaba con perfecta claridad las palabras de su padre cuando meses atrás hablaba a solas con su madre y Jeno oía a escondidas; "todos quieren adjudicarse nuestro esfuerzo, mujer. Estoy seguro que en cualquier momento nos van a traicionar y Taiel será el primero".

Jeno en su entendimiento, no comprendía el significado de «Traición», y mucho menos entendía porque decían que Taeil lo haría, si él jugaba siempre con el unigénito de los Lee, le llevaba obsequios y platicaban sobre como le iba en la escuela.
Había muchas cosas que no comprendía en aquel entonces.

Sin embargo, cuando sus padres fallecieron tuvo que esforzarse el doble.
Jeno no podía ejercer ninguna autoridad sobre su herencia porque era menor de edad y por ende, Taeil al ser la mano derecha de la familia, podía decidir qué hacer y qué no. Ahí fue cuando Jeno comprendió el significado de las palabras de su padre. Taeil los había traicionado.

El más joven, no podía dejar que le arrebataran lo único que le quedaba de sus padres. Continúo con sus estudios con un profesor que le daba clases en casa, también comenzó a informarse sobre todo el movimiento del trabajo de papá y mamá. Su profesor era tan amable con él que incluso le llevo a un abogado que le ayudaría a no dejar que alguien más tomará posesión de lo que le pertenecía.

No lo consiguieron al cien porciento pues Taeil, ya había puesto a su nombre varias propiedades. Aún así, Jeno, su maestro y abogado, continuaron apoyándolo en todo momento. Se esforzaron para que el pequeño logrará aprender más rápido.

Jeno leía libros y libros, y aunque muchos de ellos le parecían totalmente aburridos, siempre dió lo mejor de sí mismo.

Cuando cumplió 16 años tomó posesión de su herencia, aún no era mayor de edad, pero esto fue gracias a su abogado. Jeno, al tener pleno conocimiento y saber manejar las posesiones pudo hacerse cargo.

El disco de tu corazón [NOMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora