Ya habían pasado tres días desde que Jeno adoptó a la gatita y sus cachorros, le agradaba sentir al menos un poco más de compañía.
Sus mascotas aún no tenían nombre y tampoco sabía si lo tendrían, tenía que volver a New York en un par de semanas y no podría llevárselos consigo. Tenía que sacar varios permisos para poder llevárselos y a decir verdad, ese no era el problema para Jeno, el principal problema era que los bebés tenían apenas unos días de nacidos y no quería que el viaje tan largo pudiera perjudicarlos.
Además de eso, se notaban un poco extraños. Se la pasaban quejándose día y noche, Jeno ni siquiera sabía por qué, les había comprado todo lo que necesitan y a su parecer más de la cuenta, sin embargo, no sabía que les sucedía exactamente.
Decidió que era momento de llamar a la clínica, el veterinario Jaemin era el experto y sabría que hacer.Ni siquiera recordaba dónde había dejado la tarjeta que le había dado con la información y no podía perder más tiempo e ir hasta la clínica.
Rebusco entre sus papeles y nada, preguntó a las mujeres que se encargaban de lavar su ropa y estás, le dijeron que no habían encontrado nada.
Se estaba desesperado, necesitaba encontrar la maldita tarjeta. Siguió rebuscando en toda la casa o mejor dicho casi en toda, pues está era tan grande que había partes de está en los que ni siquiera entraba. Terminó en su habitación, buscó en los cajones y papeles que también tenía ahí, hasta que finalmente la encontró tirada debajo de su cama.La tomó entre sus manos victorioso y rápidamente sacó su celular para llamar
— Si, ¿diga?
— Busco al veterinario Jaemin
— Él habla. Dígame, ¿en qué puedo ayudarle?
— Soy Jeno —no sabía ni siquiera porque no iba directo al punto.
— ¿Jeno? —la línea se quedó en silencio unos segundos—. Ah, el de la gatita que dió a luz hace unos días. Ahora te recuerdo. Dime, ¿qué sucede?
— Esperaba que me reconocieras por lo famoso que soy
— Tengo pacientes. Si llamaste solo para eso entonces voy a colgar
Aquel comentario, para Jaemin sonaba como un coqueteo y él estaba completamente cerrado a ese tipo de gestos.
— ¡No, espera! —Jeno supo entonces que Jaemin era bastante frío.
— Estoy esperando
— Los gatitos no han dejado de quejarse y uno de ellos lo hace, pero muy bajito. ¿Eso es normal?
— ¿Están comiendo de su madre? —preguntó el médico.
— Se la pasan pegados a ella y aún así siguen llorando
— No te preocupes, mi colega irá a revisarlos
— No quiero que venga él
— ¿Qué? —el tono en la voz de Jaemin cambió a uno muy serio y Jeno lo notó.
— No confío tan fácil en las personas y no me gusta que los desconocidos entren a mi casa
— No es un desconocido, es un médico que se encargará de la salud de los cachorros
— Quiero que vengas tú. Tú fuiste quien los salvo a todos, estaré más tranquilo si eres tú quien se encarga de ello
— Es el veterinario Yuta quién se encarga de las consultas a domicilio. Lo siento
— El famoso modelo Lee Jeno dejará una mala reseña de tu clínica si no vienes tú
— ¿Me estás amenazando?
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El disco de tu corazón [NOMIN]
RomanceJaemin, un veterinario con miedo a ser lastimado en el amor una vez más. Jeno, un modelo y multimillonario viviendo solo para su trabajo. Ambos cruzan sus caminos por casualidad gracias a Ginger, una gatita que dió a luz en la calle. ¿Se convertirá...