Capítulo 24.

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Ninguno de los dos dijo palabra alguna, se quedaron así, perdidos en los ojos contrarios por algunos segundos que parecieron volverse eternos.
En ese instante ambos pudieron notar la falta que se habían hecho y lo mucho que les había afectado estar lejos.

Sin embargo, a Jeno le dolió aún más el corazón porque Jaemin se veía mucho más afectado, tenía unas notorias ojeras, su piel era mucho más pálida de lo normal, sus labios estaban resecos y se notaba más delgado. No podía soportar ser el causante de todo eso, no cuando le había prometido al pelinegro que lo haría feliz en todo momento.

Jeno caminó en dirección a la cama de Jaemin y se sentó a su lado, temeroso de hablar.

- ¿Te sientes mejor ahora? -el modelo habló con cuidado.

- ¿De verdad estás aquí? Dime que no te estoy alucinando otra vez -el corazón de Jaemin se oprimió, sintió un nudo en la garganta que le dificultaba hablar.

El modelo tomó la mano de Jaemin y acarició sus nudillos pálidos. - Aquí estoy

Jaemin había anhelado en tantas ocasiones poder estar de nueva cuenta de esta manera con Jeno, sin en cambio, ahora le causaba un poco de pena que lo viera así.

- ¿Cuándo volviste? El señor Park me dijo que estabas en New York

- Volví hace unas horas. Estaba tan preocupado por ti -acarició los cabellos de Jaemin.

Ji-in tocó dos veces la puerta y entró acompañada de una enfermera con una bandeja de comida.

- Nana, tienes que alimentarte

La enfermera dejo la comida y se retiró de la habitación.

- No tengo hambre

- Jeno, necesito que hagas comer a Jaemin. Toma -le entregó la bandeja con comida-, Estoy segura que contigo no se va a negar. -les sonrió a ambos y salió de la habitación.

- ¿Por qué no quieres comer? -preguntó el modelo.

- Me dan ganas de vomitar con solo ver la comida

- Nada de eso, debes de comer, anda -tomó un poco de comida con la cuchara y la acercó a los labios del menor.

Jaemin detuvo al modelo, reteniendo su acción; tomando entre su mano su muñeca.

- Tenemos que hablar, Jeno

- Los médicos han dicho que necesitas reposo -trató de continuar con su cometido, pero fue detenido nuevamente.

- No, no, Jeno. Tienes que escucharme primero. Fuí a buscarte día y noche a tu casa y ni una sola vez me dejaste hablar

- Jaemin...

El menor no le permitió hablar. - ¿Tienes idea de cómo me hiciste sentir?

- Estaba cegado por los celos

- ¿Y cuántas veces te dije que confiaras en mí?, dime, ¿cuántas?

- Entiendo perfectamente tu enojo, Jaemin pero, al menos ponte por un segundo en mi lugar. ¿Qué hubieras hecho tú?

Jaemin se quedó en silencio por unos segundos. Yuta le había dicho lo mismo, y sabía que también era su error.

- Le diste el gusto al imbecil de Mark, preferiste dejarme, incluso ya hasta habías vuelto a New York

- Si me fui no fue por nuestro problema

- Te llevaste a Ginger y a los demás ¿Ya no ibas a volver?

- Ellos también resintieron tu ausencia, así que me mantuve más cerca de ellos

- Responde a lo que te pregunto ¿No ibas a volver?

El disco de tu corazón [NOMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora