EDAS Dame una razón para decir adiós

Capítulo XV (Final)

DECISIONES

Dos semanas después:

Emily Rose y Blade Spencer fueron al instituto para hablar con dirección sobre mi caso, ya que había faltado días desde fin de año. Quisieron aclarar las cosas y dada mi situación, no admitirían en mi evaluación mis exámenes suspendidos y los ejercicios no realizados. Pero desde el momento que me incorporase, debía llevar el día a día sin contar los temas que había perdido.
Yo esperaba sentada intentando ponerme nerviosa (para no tener que estar enfadada) en las sillas del pasillo, entre la puerta de dirección y jefatura. No paraba de mirar la puerta, esperando que salieran y en el momento que lo hicieron, me levanté rápidamente sabiendo que el director iba a decirme unas cuantas palabras pero al verles aparecer, el enfado se aflojó un poco.

-Esto es un ultimátum, como vuelva a faltar sin un justificante médico, será expulsada señorita Duglas-. Tras esas palabras me estrechó la mano dándome la bienvenida de nuevo al último curso. -Y lamento mucho lo ocurrido.

Al salir de las clases aburridas  e incómodas porque no paraban de mirarme sintiendo pena por mí, nada más sonó el timbre de final del día, ya estaba preparada para salir casi corriendo de allí porque tenía la sensación de que pegaría a alguien y con mi fuerza, acabaría destrozándole.

Llegando a casa, Herickson Van Der Blint guardaba una mochila en los asientos traseros de su coche negro. Volvía a marcharse y esta vez al menos estaba segura de lo que él hacía y podría despedirme.

-¿Te vas?- Le pregunté al llegar lo suficiente hasta él para escucharme, crucé mis brazos apoyándome casi en la parte trasera de su coche.

-No, debo quedarme hasta acabar con todos los vampiros y para averiguar unas muertes sospechosas-. Cerró de golpe la puerta del vehículo.

-Herickson ¿Te ibas otra vez sin despedirte?- Negó con la cabeza pero no le creí. Me contestó que volvía a su piso para poder estudiar mejor los casos. Abrió la puerta del conductor pidiéndome que le despidiera al resto de su parte y acepté de mala gana.

-Nos vemos-. Dijo finalmente, entrando en el coche y marchándose a quilómetros de mí. En ese momento estaba segura que no le iba a echar de menos. Eso era un avance en mí.

×××

Como empezaba el fin de semana Elsy, Scott, Charlize, Charlie y Daría me invitaron a una fiesta donde habría mucha juventud borracha y encima del instituto.
Logré llegar a la casa donde era la fiesta, consiguiendo ver focos de muchos colores y escuchando la música a un volumen excesivamente alto, al menos la policía no vendría con lo apartado que estaba el lugar sin vecinos a los que molestar.

-No vas a estar sola-. Me intentó tranquilizar Bruce apareciendo a mi lado (solo que yo no estaba nerviosa), él también miraba la enorme casa y por un momento yo le miré a él. Me prestó su dedo meñique, enlazando el mío con el suyo (como si nos cogiéramos de las manos) preparados para entrar a liarla. Al fin el grupo se reunía de nuevo para beber y bailar hasta no poder más. A ver si con la borrachera mi frustración apaciguaba, aunque para eso, tendría que beber demasiado.

×××

Miles de veces las cosas pueden salir mal pero mientras la gente recuerde que existen cosas buenas en la vida, a nuestro alrededor... Podrán seguir levantándose cada mañana aunque se sientan solos porque, incluso un mínimo objetivo te hará levantarte de la cama y a partir de ahí los movimientos serán automáticos. Y nadie tendrá la valentía de acabar con su vida por un pequeño bache que todos pasamos de vez en cuando, aunque algunos les dura más que a otros.

Como mucha gente dice, llorar alarga una vida.
Y si quieres marcharte, al menos dame una razón para decir adiós.

FINAL SEGUNDO LIBRO

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Si Edas Entre las sombras y Edas Dame una razón para decir adiós, son historias que te han gustado, PRÓXIMAMENTE en mi perfil podrás encontrar Edas 3:

EDAS SOLO EN PAZ

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Edas Dame una razón para decirle adiós

Edas Entre las sombras