⚔️💝🎇 La Desición de Afrodita🎇💝⚔️YoonMin

Capítulo 10 -🔱 El Bello Intruso🔱

Jimin mismo es el estándar absoluto de belleza que existía, pero solo significaba que cualquiera es feo en comparación con el. No tendría sentido comparar. En la perspectiva de Afrodita como juez de belleza, la evaluación de la apariencia de Hefesto fue más bien pobre que real.

El entrecerró los ojos y se sumergió en sus pensamientos.

Era un poco torcido pero alto, con una nariz definida y una mandíbula ligeramente sobredesarrollada, que valía la pena considerar como masculina. En particular, los labios finos pero gorditos  eran su ventaja que otros dioses no tenían. Era atractivo. Me gustaría echarle un vistazo, y la sensación de que roce contra mi piel sería bastante buena...

Cuando sus pensamientos llegaron a tal punto, su deseo comenzó a aumentar. JiMin, sin saberlo, lamiéndose el labio inferior, dio un paso adelante.

Y gritó de miedo.

"¡Ah!"

Alrededor del lugar donde Afrodita pisó, dos codos de espacio en el suelo, unos cien centímetros, de izquierda a derecha se elevaban alto. No había nada extraño en ello; fue construido por el propio YoonGi.

Sucedió tan rápido que no pudo evitarlo. JiMin quedó atrapado en lo alto de un pilar cuadrado que casi llegaba al techo.

Seguramente, la perturbación llamó la atención de YoonGI. 

YoonGi, que dejó el martillo, se acercó lentamente a JiMin. Una voz baja y distante la golpeó en el oído con un sonido severo.

"¿Quién se atreve a entrar sin permiso?"

YoonGi parecía cabreado, lo cual era de esperar. Estaba inmerso en su trabajo, solo para ser molestado por un intruso. JiMin sintió un poco, un poco de pena. El pilar comenzó a descender lentamente. JiMin estaba mirando deliberadamente a otra parte, pero no le quedó escapatoria en el momento en que la mirada de YoonFi le abrió agujeros en un lado de la cara.

El lo saludó con una sonrisa encantadora, "Hola". Incluso agitó las manos descaradamente como si hubiera concertado una cita con antelación.

Los ojos rojos y ceñudos de YoonGi se abrieron sorprendidos.

"¿Afrodita?" 

"Jaja." que incomodo.

Su siguiente reacción, sin embargo, fue inesperada.

"No puedes ser... tu"

¿Tú? JiMin frunció el ceño. Pero para discutir, YoonGi  parecía no tener idea de lo que había dicho. No lo había observado en detalle antes, y ahora aprovechó la oportunidad.

Estaba tranquilo ante el insulto de su hermanastro, pero parecía haber perdido la compostura cuando la vio. No solo sorprendió que el intruso fuera un dios diferente sino por más que eso.

¿ que es lo que está mal con él? JiMin inclinó la cabeza y se rascó la mejilla ligeramente. Era simplemente un comportamiento habitual, mientras el no se diera cuenta. Pero YoonGi respondió mucho a los sutiles gestos de JiMin. Sus cejas oscuras se levantaron y sus ojos se profundizaron mientras las brasas escondidas en las cenizas se extendían.

"......."

JiMin se sobresaltó por la sensación de opresión en su pecho y se sorprendió una vez más de tener tal sensación.

¿Por qué, por qué me tiembla tanto el estómago?

Sintió náuseas. Era difícil saber si era o no por las emociones que parecían ser de el, o por el piso que se detenía a una altura desfavorable.

De cualquier manera, no era deseable. Afrodita cerró los ojos y gritó. Fue casi al mismo tiempo que Hefesto, que se había dejado los labios secos sin pronunciar palabra, habló.

"regalo."

"Primero bájame de aqui cuando, habla, JiMin".

La primera palabra de Hefesto no llegó a sus oídos. Lo mismo fue cierto para sus siguientes palabras.

"...Tal vez no."

"¿Qué?"

"Nada. Baja."

YoonGi escuchó a Afrodita sin problemas. Un ligero gesto devolvió el motor a su posición máxima. El tuvo un momento de retraso en pensar qué decir, entonces él preguntó primero.

"¿Cómo entraste aquí?"

"Te pregunté dónde estabas, ordené a las ninfas que me guiaran, abrí la puerta y entré de pie".

"Quiero decir, nadie te detuvo".

"Tu sirviente atascado me dijo que no".

"Por supuesto que lo habrías ignorado".

De alguna manera se sentía como si fuera una niño que luchaba sin poder hacer nada. JiMin levantó la barbilla y refunfuñó: "No es como si no debiera estar aquí. ¿O dirías que presumiblemente llegué a un lugar donde ni siquiera NamJoon pudo?

YoonGi arrugó la frente.

"¿Barreus dijo eso?"

Me gusta mucho.

"Ese comentario te hizo enojar. Le daré un buen regaño.

JiMin abrió mucho los ojos. No fue porque sintiera pena que Barreus fuera regañado por su maestro. Para el, la conciencia solo existía para los dioses en rangos iguales, pero no para los hogares de otras personas.

Por supuesto, el no lo visitó para una charla vacía. Ahora que lo pienso, ¿no es esto un tipo de hospitalidad? No había razón para decirle que no lo hiciera cuando dijo que castigaría a quienes le impidieron entrar.