⚔️💝🎇 La Desición de Afrodita🎇💝⚔️YoonMin

Capítulo 26 - 🔱Dolor y placer (I)🔱

 Las lágrimas corrían por su rostro, cruzando parches de saliva del tórrido beso entre ellos. Su sudor se entremezcló por todo su cuerpo también. Aún así, YoonGi encontró a su esposo, el dios del amor, increíblemente hermoso. Después de todo, había algo en la vulnerabilidad de una persona mientras estaba en medio de emociones placenteras.

Hizo fuertes sonidos de sorbos, como si se atiborrara durante un banquete, mientras sus labios y lengua recorrían patrones complejos por toda su feminidad. Era más de lo que Afrodita podía soportar. Sus emociones rápidamente hirvieron como si fuera agua en una tetera caliente. Jadeó cuando finalmente llegó al punto de inflexión y echó a chorros, los fluidos de su cuerpo empapando la cara de su amante. Se detuvo, parpadeando sorprendido. Literalmente se retorcía ahí abajo, cada terminación nerviosa abrumada por la sensación. Era tanto una súplica para que YoonGi se detuviera, ya que JiMin no podía soportarlo más, como una invitación para que él siguiera adelante.

La idea hizo que su hombría, ya rígida por la excitación, se pusiera completamente erecta mientras la sangre y la lujuria se precipitaban. Solo verlo hizo que JiMin se mojara más, si eso era posible. El anhelaba que entrara, pero su esposo se quedó allí, con una mezcla confusa de vacilación y excitación demasiado clara en su rostro. ¿Qué está esperando ?, pensó. ¿Hice algo para alejarlo ?

En verdad, el dios de los herreros no quería nada más que entrar en su novio hasta que se gastara toda su lujuria. Pero no se atrevió. ¿Por qué? YoonGi temía que en su plenitud, su vara de hierro sería demasiado para que incluso el dios del amor la manejara. Le preocupaba que le doliera tanto como le agradara. Era algo que le quitaba un poco de calor a su cerebro.

El lo llamó de nuevo, débilmente, sus palabras puntuadas por su respiración aguda y dificultosa. JiMin quería más. Quería que continuara hasta que ambos ya no pudieran moverse por el agotamiento. Uno podría pensar que, como dios del amor, era su lujuria innata la que lo impulsaba. Cierto, JiMin por su propia naturaleza tenía apetitos casi insaciables del tipo íntimo. Pero más que eso, lo  impulsaba su anhelo por el hombre mismo: el que juró estar con JiMin por toda la eternidad. La primera de JiMin, como JiMin fue la primera de YoonGi.

El dios del amor quería agarrarlo por el cabello o envolver sus piernas alrededor de su torso y atraerlo hacia el. Lo que sea que quisiera hacerle a el. Pero por alguna razón, todavía estaba sentado en su cama con la misma expresión de lucha consigo mismo mientras parecía reflexionar sobre lo que había entre sus piernas. ¿En serio? ¿Tiene que pensarlo siquiera?

"No te detengas. Por favor —suplicó débilmente.

Silencio.

Te quiero dentro de mí ahora. Por favor"

Aún así, nada más que silencio.

JiMin arremetió, su frustración llevó su espinilla a un lado de su torso. Su cuerpo sólido y cincelado se sentía como una roca en su pierna y YoonGi también podría haber sido hecho de eso, por lo que JiMin sabía, mientras permanecía allí sentado, inmóvil. Mientras se preparaba para patearlo de nuevo, su esposo de repente habló: "No creo que puedas tomar todo de mí. Mira."

Para probar su punto, suavemente introdujo un dedo dentro de JiMin. el dios del amor jadeó de placer, el largo dedo de su novio pudo rozar los puntos altamente sensibles dentro de su feminidad mientras YoonGi entraba y salía. Sin ningún indicio de incomodidad en su rostro, el dios del fuego introdujo tentativamente un segundo dedo, haciéndolo sacar la lengua mientras empezaba a jadear de alivio. A pesar de la ausencia de lo que él temía sería dolor de parte de el, su esposo todavía dudaba en acercarse a JiMin.

Afrodita no pudo soportarlo más. Decidió revelar lo que pensó que sería su arma secreta, algo que su esposo no pudo resistir. Lentamente, como para atormentarlo, comenzó a abrir sus piernas aún más para darle a YoonGi una visión más clara de su goteante feminidad mientras ansiaba algo que pudiera llenar cada centímetro de su interior.

"Deja de jugar y métemelo como si quisieras lastimarme", dijo, con un asentimiento hacia su Verga completamente hinchada.