⚔️💝🎇 La Desición de Afrodita🎇💝⚔️YoonMin

Capítulo 6 - 🔱La verdad invisible🔱

Lo decide Zeus. Un poco de, um, represalia por su desdén.

"Ah ah. Es por eso."

Era una historia del Rey de los Dioses: casarse con el hombre feo en venganza por el fracaso de la tentación de la belleza. Pero los residentes del Olimpo asintieron con la cabeza en silencio.

"Fue así".

La opinión pública resultó así en una visión comprensiva de JiMin.

"Tal vez bien, JiMin. ¿Cuál es su pecado?

"Lo sé. Escuché que está enfermo y acostado en este momento".

"¡Qué! ¿Qué? ¿JiMin?"

"Escuché que el ha estado llorando..."

"Oh mi."

Muchas palabras de simpatía brotaron de labios de extraños hacia el hermoso dios que había sido encarcelado por un matrimonio no deseado. La mitad eran sinceros arrepentimientos y la otra mitad celosos sarcasmos.

Pero la realidad era bastante diferente.

Afrodita no estaba acostado, ni lloraba tristemente. ¿No es demasiado 'humano'? El era descendiente de Urano para el mundo y un dios del Olimpo. El es demasiado grande para revolcarse en la autocompasión.

Además, la residencia de Jimin era de hecho el santuario más hermoso del Olimpo.

Las columnas que sostienen el techo delicadamente tallado son ricas como perlas. El área de contacto entre el pilar y el suelo estaba rodeada de enredaderas resplandecientes como estalagmitas. Las rosas se jactaban de sus delicados colores en el tallo de cada vid, revelando que este era de hecho el santuario de Afrodita, el Dios del Amor y la Belleza.

Ningún dios podría sostener la melancolía en un lugar así.

Jimin, por supuesto, estaba lejos de estar deprimido por su naturaleza natural. Estaba muy ocupado desenvolviendo los regalos de boda que llegaron frente a el. Sus ninfas continuaron esperándolo.

"¿Quién envió esto, dijiste?"

"Esto es de Atenea".

La Diosa de la Sabiduría, nacida de la cabeza del padre, se juró a sí misma para siempre. Por lo tanto, el regalo de bodas no se puede devolver.

Sin embargo, los obsequios de Athena fueron bastante sustanciales. Había especialmente muchas telas geniales. JiMin de alguna manera disfrutó de tener los textiles contra su cuerpo y escogió una tela cuyas escamas de serpiente reflejaban sutilmente la luz como si fuera cuero real.

"Haré ropa para la próxima fiesta con esto. Guarda bien el resto.

"Sí lo haré."

Las ninfas cerraron la caja de Atenea. Jimin exploró su próximo objetivo.

"Déjame ver."

Lo que le llamó la atención fue una caja de oro brillante que destellaba. Incluso la cuerda que rodeaba la caja era deslumbrante, hecha de oro fino en lugar de hilo. Era imposible no saber quién lo envió. Jimin se rió. La ninfa confirmó que su suposición era correcta.

"Lo que estás viendo es de Hoseok. El de la derecha es de Artemis.

"Sí, ¿qué dices?"

"¿Indulto?"

"Nada. Abrelo."

Hoseok debe haber estado bastante molesto porque tuvo que elegir un regalo en lugar de devolverlo ese día.

Pero NamJoon arregló el matrimonio. ¿Es solo emparejamiento? Fue un sindicato el que se comprometió a organizar la ceremonia en persona. Era como expresar insatisfacción con la decisión de NamJoon si no enviaba un regalo de felicitación.

"Vaya..."

Aún así, podría haber pretendido dejarlo ir y llenarlo sin sinceridad, pero ¿habría estado preocupado de que lo atraparan? La caja dorada estaba llena de artículos valiosos como hermosas liras, prendas exteriores tejidas con plumas de cisne de color blanco puro y frutas medicinales raras.

"Nuestro Dios del Sol también es muy sincero. ¿Qué tengo que hacer?"

"Parece que no hay nada para usar en este momento, así que llévalo al almacén", ordenó Jimin.

"Bien."

Mientras la caja de regalo de Hoseok se guardaba, Afrodita se estiró.

Diez de los doce dioses más altos del Olimpo le habían enviado sus regalos. Todavía había abierto la mitad de los que recibió, pero ya estaba radiante. Tener nuevas posesiones y fantasear con ellas eran los hábitos básicos de los dioses. razón por la cual los humanos donan sus ofrendas antes de orar por su protección.

Los dioses no están muy interesados ​​en sí mismos, pero saben que si reciben algo, lo mantendrán en el fondo de sus mentes. Eso es para los humanos, por lo que no pudo evitar sentirse feliz de recibir algo sin compensación de los dioses de igual estatus.

Afrodita tarareó y examinó las cajas que aún no habían sido abiertas. '¿A quién debo abrir esta vez, Artemis? ¿Hermes?'

Un dios subordinado se acercó a Jimin, que estaba en agonía gozosa.

"Debe de salir de aqui Afrodita".

"¿Por qué?"

"Creo que deberías salir por un momento. El león está aquí.

JiMin pensó que había llegado el regalo de Hades.