⚔️💝🎇 La Desición de Afrodita🎇💝⚔️YoonMin

Epílogo - ⚔️💖👑La elección de Afrodita 👑💖⚔️

 Estar atado no era solo una metáfora. JiMin estaba, literalmente, atado. Sus dos muñecas estaban esposadas con anillos dorados mágicos pegados, que tenían una cadena de oro que conectaba los anillos con la pared en la parte posterior.

Estas cadenas lo mantuvieron en su lugar. Si no, podría haberse salido con la suya con YoonGi. Simplemente lo habría pillado con la guardia baja y se habría aferrado a él, con las piernas alrededor de su cintura, o lo habría empujado hacia abajo. Pero él sabía que el tenía la intención de hacer esas cosas, por lo que le preguntó si estaba bien que la ataran, porque sabía que no podía escapar de su seducción. El lo había complacido, y ahora lo lamentaba.

—Te gustó cuando te froté aquí esta mañana —susurró, tocándolo en sus partes más íntimas. YoonGi era tranquilo, cálido y gentil, pero su infancia de abandono lo había retorcido de alguna manera, de ahí su fascinación por los instrumentos que tenía que aplicar en JiMin. "Pero ahora, tu reacción es diferente", dijo con voz ronca, "Me pregunto por qué".

JiMin gimió. "No estaba completamente despierto en ese momento," dijo con dificultad. Le resultaba difícil formar pensamientos coherentes. "¿Cómo podría haber sido lo mismo? Es un cuerpo humano, obtienes diferentes reacciones... ah."

"Pero ha sido igual que en la mañana, no hay nada diferente ahora", dijo en voz baja.

"¿Nada diferente?" el dijo y lo fulminó con la mirada, "¿Qué diablos son estos entonces?"

"¿Qué quieres decir?" preguntó.

"Estos", dijo, sacando el pecho e indicando los anillos lascivos adheridos a sus picos. Ya los hacía más sensibles de lo que ya eran, de modo que cada aleteo de su toque enviaba un escalofrío de placer a través de su cuerpo. "¿Vas a fingir que no sabes nada sobre esto?" preguntó incrédulo. Él mismo los había adjuntado.

"Bueno, no parecía importarte", dijo tímidamente, "Así que pensé que no tenía ningún efecto en ti".

"¡¿Qué?!" exclamó JiMin, "YoonGi..."

"Echemos un vistazo entonces, ¿de acuerdo?" dijo con naturalidad. Extendió una mano y acarició sus montículos. El arqueó la espalda y dejó escapar un gemido. Los pequeños anillos de oro estaban adheridos a sus pechos de tal manera que intensificaba su toque y enviaba una ola de placer a través de JiMin. Los diminutos anillos parecían más lascivos que los anillos y las cadenas que la ataban.

YoonGi bajó la cabeza hacia ellos, haciendo que JiMin se pusiera aún más frenética. Sus manos frotaron su suave montículo. "No veo mucha diferencia", dijo. Mientras que JiMin no pudo contenerse y gimió aún más fuerte. "Ah, tal vez sea diferente", sonrió.

El le lanzó una mirada llena de resentimiento. "¿Preferirías si te toco allí y aquí al mismo tiempo?" preguntó cortésmente, mientras tomaba sus montículos en una de sus manos y los acariciaba mientras dejaba que su otra mano la tocara sin sentido.

JiMin, que apenas había sido capaz de mantener la conciencia, gimió y gritó. Las lágrimas picaron en sus ojos, pero la ola de placer fue demasiado grande. Sus dedos la acariciaron y su boca descendió sobre su pecho, y el se corrió con un grito.

JiMin se retorcía y se ahogaba de placer. Estaba exhausta. Trató de aclarar su visión y respirar normalmente. Finalmente, pudo dar sentido a su entorno y escuchó una voz que la llamaba por su nombre.

"JiMin", llamó YoonGi.

"Mmm..." murmuró el.

"¿Has vuelto?" preguntó. Él la estaba mirando. Su mano sostuvo su barbilla, mientras que la otra le acariciaba la espalda. Él sonrió.